Mes de mayo, de La Virgen, de las madres, de las flores, de La Santísima Cruz, del renacer de la tierra, de las leyendas, de El Silbón y de las lluvias también. Mes de mayo, cuando el llanero, en los días lluviosos no va al campo, se queda en el rancho, tumbado en su hamaca y degustando el delicioso “guayoyo”, que hoy está difícil de saborear por lo costoso del café.
Con la entrada de las lluvias crece la preocupación de los habitantes de los ranchos que se han vuelto “coladeras” con el paso de los años. Crece la angustia de las familias que habitan a orillas de los ríos, quebradas y caños y así también se inserta en el corazón de los habitantes de Acarigua y Araure el temor por las inundaciones, por las calles colmadas de basura que obstruye el paso del agua por las desvencijadas alcantarillas.
Los gobernantes viven de bonche en bonche; pero no se ocupan de limpiar y reconstruir las aceras, ya no aptas para ciegos, debido al peligro que representan para ellos, los huecos, el monte y los pedazos de cementos.
En días pasados vi en la quebrada de Araure, unos obreros limpiando, con una especie de extractor las orillas de esa fuente de agua y hace una semana observé que estaba una cuadrilla de obreros de la Alcaldía de Araure recogiendo la hojarasca que se forma por la caída de las hojas de los viejos árboles, que ya no se alimentan porque tienen sus raíces al aire.
Como ciudadana me pregunto: ¿Por qué no dragan esa quebrada para evitar su desbordamiento y todos los perjuicios que ocasiona a los habitantes de los barrios “Campo Lindo”, “El Algarrobo”, “El Trapiche”, etc. Así mismo las urbanizaciones “Los Molinos”, “El Pilar”, “Tinajeros”, “Villa Cedral” y lugares adyacentes como el Terminal de Pasajeros y centros comerciales?.
Dragar esa quebrada sería una verdadera solución a este problema que se presenta todos los años, en épocas de lluvias y que el gobierno lo sabe; pero no se ha ocupado nunca en resolverlo.
Dragar, señores del gobierno, encargados del mantenimiento de las fuentes de agua y de las ciudades, es limpiar, sacar la basura acumulada en los ríos, quebradas y demás afluentes, es ahondar su cauce sin desviarlo, es permitir que el agua corra con mayor velocidad y que no se estanque, se rebose y se desborde.
La quebrada de Araure, en el sector del “Paseo Gonzalito”, ícono de la olvidada alcaldesa Nubia Cupare, está llena de basura y cuando limpian sus orillas le dejan caer todos los desperdicios a su cauce.
Es necesario que, ya que el Gobernador hizo en ella un balneario nuevo y muy bonito, saquen del sector del “Paseo Gonzalito” todo los obstáculos( piedras, pedazos grandes de cemento, troncos de árboles, ramas, basura y demás sedimento que los “turistas inconscientes”, sobre todo del barrio Campo Lindo, colocan dentro de la quebrada para represar el agua, situación que al llegar los fuertes aguaceros de los meses de julio y agosto, inundan todo a su paso y Defensa Civil visita a los afectados, toma nota de las pérdidas materiales; pero el gobierno, con tantos dólares no afloja una ayudita para el pueblo y éste se queda sin nada.
CARMEN PÉREZ MONTERO

