PARÍS.- Roland-Garros avanza y este lunes se definieron gran parte de los cruces de cuartos de final. En el cuadro masculino, el danés Holger Rune derrotó al argentino Francisco Cerúndolo (puesto 23) por 7-6 (7/3), 3-6, 6-4, 1-6 y 7-6 (10/7) tras tres horas y 59 minutos de encarnizado combate, durante el cual cometió un gran número de errores no forzados (73 en todo el partido) y pareció tener tantas dificultades físicas que el médico le dio un remedio a mediados del cuarto set.
Su rival, que nunca había alcanzado los octavos de final de un Grand Slam y ni siquiera había ganado un partido en Roland-Garros, dispuso de tres puntos de ruptura para ponerse 5-3, saque a favor, en el set decisivo. Entonces, el propio Rune sirvió para el partido con 5-4, pero dejó que su rival remontara antes de ganar el super tie-break.
El miércoles, el danés Rune se enfrentará al noruego Casper Ruud. Este último, 4º del mundo y finalista el año pasado, luchó durante tres sets y 3 horas y 20 minutos para derrotar al chileno Nicolas Jarry (35º) por 7-6 (7/3), 7-5 y 7-5 y clasificarse para los cuartos de final de Roland-Garros.
Zverev continúa su renacimiento; sorpresa de Etcheverry
Alexander Zverev, ex número 2 del mundo y 27º en la actualidad, prosiguió su renacimiento en Roland-Garros al clasificarse para cuartos de final a costa del búlgaro Grigor Dimitrov (29º), al que dominó el lunes por la noche por 6-1, 6-4 y 6-3.
Por un puesto en semifinales, Zverev se enfrentará al inesperado argentino Tomás Martín Etcheverry (49º), que venció al zurdo japonés Yoshihito Nishioka (33º), mermado físicamente, por 7-6 (10/8), 6-0 y 6-1.
Se revivirá un duelo en el cuadro femenino de cuartos
Iga Swiatek se enfrentará a Coco Gauff en una reedición de la final de 2022. Este lunes, la número uno del mundo y defensora del título se unió a la número seis del ranking global en cuartos de final, después de que la ucraniana Lesia Tsurenko (66ª) se retirara tras seis juegos.
Tsurenko abandonó a los treinta minutos de juego, cuando perdía por 5-1 ante Swiatek. En el cambio anterior, la ucraniana de 34 años parecía tener problemas para respirar y se sentía mareada, por lo que llamó al médico, que la vio tomándole la tensión.
Desde el comienzo de su quincena en París, la polaca de 22 años no ha cedido ni un solo set. De hecho, ya ha infligido cuatro victorias por 6-0 a sus rivales, una en la primera ronda, otra en la segunda y dos en la tercera.
A primera hora del día, Gauff se impuso a la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova (100ª) por 7-5 y 6-2 en aproximadamente 1 h 30 min Gauff se impuso a la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova (100ª) por 7-5 y 6-2 en la ventosa Pista Central.
«No esperaba que hiciera tanto viento, aún no había jugado en esta pista este año, en un lado (de la pista) era difícil golpear bien la pelota, pero vivo en Florida, así que eso no es realmente una excusa», sonrió la estadounidense de 19 años, que ganaba cinco juegos a dos antes de ver cómo Schmiedlova recortaba distancias en el primer set.
Es el tercer año consecutivo que Gauff alcanza los cuartos de final en la tierra batida de París. Hace un año, Swiatek la derrotó en la final por 6-1 y 6-3.
Brasil, presente en los cuartos femeninos en la tierra batida de París
Tras los encuentros del lunes, ya se conocen siete de las ocho clasificadas para los cuartos de final del cuadro femenino. La tunecina Ons Jabeur, séptima del mundo, se impuso con comodidad a la estadounidense Bernarda Pera (36ª) por 6-3 y 6-1 en la Pista Central y se clasificó para los cuartos en la tierra batida de París.
Allí también concurrirá la brasileña Beatriz Haddad Maia, 14ª del mundo, que el lunes remontó para derrotar a la española Sara Sorribes en un partido que duró 3 horas y 51 minutos, el tercero más largo de la era Open en Roland-Garros.
Haddad, de 27 años, tuvo que esperar hasta su cuarto punto de partido para derrotar a la española (132ª) por 6-7 (3/7), 6-3 y 7-5 y alcanzar sus primeros cuartos de final de un Grand Slam.
Se convierte así en la primera brasileña que alcanza esta fase del torneo desde Maria Bueno, al principio de la era Open, en París 1968.
AFP/

