RESENTIMIENTO, ODIO Y MALDAD

El resentimiento, el odio y la maldad son los tres principales elementos intrínsecos e inseparables de un ser comunista, cuando se posesiona del poder. Generalmente, todo comunista es resentido porque se siente maltratado por la vida y por su entorno social, muestra una actitud de constante enfado u odio hacia los demás; arremetiendo y dañando de manera silenciosa y amargada, quejándose de todo lo existente y funcional. Además, el comunista es ateo por naturaleza. No siente compasión ni misericordia por el prójimo. Su maldad es infinita. Solo es bondadoso cuando te regala las muletas después que te ha cortado las piernas.
Resentimientos y odios conducen a los izquierdistas a ser seres limitados e irracionales dentro de la sociedad. La misma ineptitud es parte integrante de su intencionalidad para generar maldad. Como complemento a todo ello son individuos inmorales y antiéticos, por tener el control del Estado y de la sociedad, destruyen todo lo que encuentren a su paso, instituciones, propiedades, activos de la nación, así como promover, incitar e incrementar la corrupción. Es decir, crean una descomposición social en todos los órdenes, que llaman «revolución».
El error más grave que puede cometer una nación es llevar al poder a un resentido social, por todas las insanas conductas que muestran.
Así también observamos por los distintos medios de comunicación y, ocasionalmente en cadena nacional como se irradia y difunde el odio por los comunistas resentidos. Ya lo decía el extinto: «Si yo tuviera hambre robaría, porque por culpa de los ricos escuálidos, ustedes los pobres pasan hambre». Con ello incitaba a delinquir sembrando odio en la sociedad.
Igualmente, vemos a diario programas televisivos como: » La hojilla» y «Con el mazo dando», que emanan puro resentimiento y odio, acrecentando diferencias entre los ciudadanos.
Es fácil detectar que el comunista odia y rechaza la felicidad y prosperidad de los pueblos, no acepta el éxito de los emprendedores, ni reconoce el esfuerzo del trabajo creador y los logros de todo empresario que produce y genera empleos dignos y bien remunerados, además todo régimen comunista se ensaña contra el ciudadano común para desempoderarlo y someterlo al sacrificio del hambre; asimismo busca descapitalizar al empresario, sino lo expropia, lo va condicionando a sus estranguladoras políticas regulatorias y fiscales hasta que lo termina asfixiando.
Recuerden que el comunismo establece como filosofía la lucha de clases, que no es otra cosa que la lucha del proletariado; porque su resentimiento y odio contra el propietario consiste según ellos, de que este último explota al trabajador. No perdonan los logros, ni entienden la importancia de la empresa privada al generar empleos y bienestar en toda sociedad.
Sabemos que el mundo está lleno de maldad y la existencia actual nos conduce a una lucha espiritual del bien contra el mal.
A veces me pregunto que más maldad se le puede causar a un país cuando en Venezuela se comete un ecocidio en el arco minero, donde destruyen la naturaleza y el ecosistema de esa región ? del genocidio causado por el hambre inducida y la salud de los pensionados y trabajadores que devengan salarios miserables?.
Es también lamentable lo que sucede con la diáspora y refugiados venezolanos convertidos en seres humanos desesperados que no consiguen otra opción que huir de su país, por culpa de estos malhechores.
Detrás de la necesidad muy humana de migrar está la famosa frase: «es más fácil cambiar de país que de gobierno». Escapan de un gobierno maléfico y asesino, aunque en ocasiones mueran en el intento.
De lo que va de siglo XXI, no ha existido en el mundo un país que haya sido víctima de tanta maldad, destrucción, padecimiento y sufrimiento humano como Venezuela.
El daño social y la maldad en Venezuela se manifiestan en una organización criminal que ya no está fuera del gobierno, sino que es el gobierno.
Insisto y reitero que el comunismo es el mal de la humanidad. Es el fracaso que se niega constantemente y su historia criminal es alarmante, por la cantidad de crímenes y muertes causadas. Pero lo más sorprendente es la complicidad que dichos regímenes encuentran para continuar en el mando.
Mientras más hundida en la miseria se encuentre la gente, más fácil será llevar sus planes de opresión y maldad.
Los comunistas podrán cargar con su resentimiento y odio por toda su vida llena de maldad, pero la maldad nunca podrá imponerse y ser eterna porque Dios alimenta un amor infinito por la humanidad.
Es hora de hacerle frente al régimen mefistofélico que vino a cargar sus bajas pasiones en nosotros, a destruir a Venezuela, a robarse todo, ocasionando miseria y muerte.
Seguros estamos que más temprano que tarde saldremos de la cuerda de delincuentes responsables de haber aniquilado nuestro país .

JORGE CÁRDENAS
jorgecardenas055@gmail.com 4602101.

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