BARINAS, una lección que jamás debemos olvidar

El pasado viernes el gobierno de Nicolas Maduro haciendo uso de la Contraloría General de la República, como operador político de este régimen dictatorial y designando al infame personaje de José Brito, como vocero, dio a conocer al país la medida de inhabilitación política a la candidata a las elecciones primarias María Corina Machado.

Muchos hemos manifestado nuestro repudio y solidaridad a la candidata de Vente Venezuela, pero conociendo la manera chocarrera y arbitraria del actuar de los representantes del oficialismo que, aprovechándose del secuestro de las instituciones del Estado, debemos tener presente que siempre han hecho y seguirán haciendo todo lo que por nuestra imaginación pase por mantenerse en el poder, sin importar las leyes, la opinión pública y la comunidad internacional.

Días atrás ya habían dado la orden a los 8 irresponsables de su tolda política a renunciar a sus cargos directivos en el CNE, para torpedear el proceso eleccionario primario de oposición. Ahora en esta fase, con las inhabilitaciones buscan por una parte sacar del juego a quienes representen una amenaza para ellos y, por la otra, desmotivar a los electores de oposición para las elecciones del 22 de octubre.

Esto de ninguna manera debe sorprendernos, sobre todo si recordamos el descaro que hicieron en Barinas, que utilizando al TSJ, a la Contraloría y al CNE, luego de perder las elecciones en esa entidad, ordenaron anularlas y la repetición de los comicios. Mandaron a inhabilitar a Freddy Superlano, ganador de las primeras elecciones, a su esposa Aurora Silva, que jamás había ocupado cargos públicos y a Julio César Reyes, además de financiar a otros candidatos para dividir la oposición, sin contar que utilizaron todo el aparataje y recursos del gobierno para intentar comprar la conciencia de los electores.

Pero nada de eso les sirvió, porque el pueblo barinés, estaba determinado y decidido a derrotar al gobierno más allá de las marramuncias de los sicarios de la democracia, sin importar si el candidato de oposición se llamaba Freddy, Aurora, Julio César o Garrido, o si era hombre o mujer, o si pertenecía a un partido o al otro, sólo querían darse la oportunidad de tener un gobierno diferente al impuesto por la dinastía Chávez y lo lograron, gracias Dios y a su determinación lo lograron, para darnos esa gran lección que nos llenó de esperanza y que hoy más que nunca no podemos olvidar.

El gobierno seguirá utilizando las inhabilitaciones para amilanarnos, seguramente financiará candidatos para dividirnos, inventará artimañas para intentar robarnos las elecciones, pero si todos tenemos un poco de esa determinación de los barineses de salir de esta tragedia llamada socialismo del siglo XXI, más allá de nombres tendremos la posibilidad de reconstruir nuestra hermosa Venezuela.

Froilán Sánchez

Entradas relacionadas