La historia de Venezuela, está llena de fechas históricas que nos permiten conmemorar las gestas heroicas libradas por nuestros antepasados y, que de alguna manera, influyeron en lo que hoy somos como nación.
El pasado domingo 22 de octubre, sin ninguna duda, se escribió una nueva página de esa historia bonita, libertaria y liberadora, de la que hemos sido ejemplo en el mundo.
El pueblo que estuvo adormecido por la desgracia socialista, despertó. Esta fecha tuvo varios aspectos relevantes; en primer lugar fue que este proceso electoral tuvo que sortear muchísimos obstáculos, desde la arremetida del gobierno que hizo todo lo posible para que no se realizarán, pasando por la falta de financiamiento, hasta los intentos de implosión de elementos que dicen ser de oposición, pero que actúan tarifados por el régimen, pero gracias a tenacidad de los miembros de la comisión nacional de primarias y todas sus juntas regionales, lograron superar impecablemente al gobierno y a sus operadores internos.
Pero lo realmente trascendental de esta fecha, es que el bravo pueblo venezolano echó a un lado sus temores y salió a sembrarle miedo a la tiranía que se consideraba invencible, dejándoles solo espacio a sus balbuceadas de desespero, ante lo que eminentemente se les avecina el próximo año.
Los 2.307.635 (DOS MILLONES TRESCIENTOS SIETE MIL SEISCIENTOS TREINTA Y CINCO) votos y aún contando tienen al gobierno ardido. Que nadie se sienta perdedor, que nadie se sienta excluido, porque todos somos ganadores y parte de esta historia hermosa que apenas empieza a escribirse.
Esos 13 venezolanos propusieron sus nombres como candidatos sin menoscabo, antes las prácticas viles y retaliatorias del autoritarismo. Expusieron su integridad moral e incluso física ante el verdugo, violador de los derechos fundamentales del ser humano y salieron airosos. Todos ustedes son héroes de esta gesta.
Hoy podemos asegurar que como sociedad hemos dado un importante paso, hacia la recuperación de nuestra democracia. El pasado domingo el reloj se echó a andar y la cuenta regresiva que marca el fin de nuestros sufrimientos ha comenzado.
Hemos recuperado la confianza en el voto como instrumento de cambio y ahora somos más conscientes que la imposibilidad del socialismo, es el resultado de su incapacidad intelectual y moral y que, aún viniendo las bestias disfrazadas de ángeles, dotados de la razón humana, podrán conformar una sociedad tan miserable como la que han pretendido. Contra eso, hemos entrado en resistencia colectiva.
Nuevos desafíos vendrán, debemos pensar que la dictadura no se quedará impávida, dejemos la ingenuidad de subestimar al adversario.
Actuemos con inteligencia, avancemos con humildad y firmeza, seamos creadores del futuro que deseamos, colocando rocas sólidas en sus cimientos. Este es el momento, de consolidar la unidad absoluta, de todas las fuerzas opositoras, no perdamos la oportunidad de ponerle la guinda al pastel.
Froilán Sánchez

