Mi palabra/ La sociedad estadounidense en medio de escándalos presidenciales

NARCISO TORREALBA /
 
*“Lo interesante de las personas
 en la alta sociedad es la máscara que llevan,
 no la realidad que hay detrás”
Oscar Wilde…

En los Estados Unidos, aparecen tantos escándalos, que al final toda la sociedad termina pareciéndose a un auténtico manicomio, pero mientras exista el capitalismo salvaje, con la mano del imperialismo por debajo, parece algo normal e imposible curarla de la intermitente pesadilla, para que el ser humano entienda y comprenda, que el dinero solamente va creando las grandes desigualdades sociales, donde unos pocos mantienen el rostro escondido para aplicar el yugo sobre una inmensa mayoría, el cual van embelesando a través de la  apabullante publicidad mediática por personajes convertidas en ídolos, que a pesar de ser una minoría es exclusivamente privilegiada, comprometida para cumplir con una misión para el cual fue creada: hacerle creer a la misma sociedad estadounidense y a los que la añoran, como si en verdad es el paraíso terrenal o algo parecido.
Del mandatario Donald Trump, se cuentan tantos episodios propios de un auténtico desvergonzado, que no terminan de propagarse en un voraz incendio, para desatar otro Watergate, porque sencillamente el gran poder de su escandalosa fortuna, con la cual hace lo que le da la gana y puede pagar para contrarrestar todo intento de llevarlo a un juicio o en su defecto a su renuncia, porque es la carta que se juega el imperialismo y eso bien lo sabe su entorno más íntimo, que todo le aplaude, hasta llegar a la irremediable actitud de callar, como si estuvieran en una sala de cine, llevados para que vean estos bochornosos momentos en la vida del mandatario,  solamente para que sepan y no vayan a caer en algún error a la hora de una declaración o entrevista relacionada con su jefe.
En la lista de expresidentes de los Estados Unidos, desde Ronald Reagan para acá, para no irnos tan lejos – republicanos y demócratas– se han turnado episodios para libretos de películas. El mismo Reagan, quien fue un mal actor de cine, pero un fiel defensor del imperialismo, ya que, se dejaba llevar de la mano, como un niño, cuando está dando sus primeros pasos. Luego apareció Bush padre, quien dejó la huella de la guerra y las invasiones, para luego pasar el testigo a Bill Clinton, que tuvo un episodio oscuro, propio para un filme pornográfica. Después le tocó el turno al más sanguinario y disloco, Bush hijo, el invasor de Irak y Libia. Luego eligieron al primer presidente negro, Barak Obama, quien enfiló baterías contra Venezuela para terminar haciendo daño con un decreto muy ridículo, una de las amenazas muy usuales, contra el proceso bolivariano; para pasar a la etapa de Joe Biden, quien se despidió con otro escándalo, al indultar a su hijo, un convicto y confeso delincuente; hasta caer por partida doble en el que, no haya, como esconder sus visitas al prostíbulo infantil de Jeffrey Epstein, como es Donald Trump.
Estos escándalos de inmoralidad y atropellos, han rebasado el vaso, para entrar en una profunda descomposición de la sociedad estadounidense, donde no pueden parar ninguno de los desbordamientos putrefactos, resaltando el problema de la droga, el cual ha agarrado cuerpo en un número muy alto de familias y ya se habla de más de 30 millones de drogadictos, que por supuesto es una carga económica, el cual se paga en dólares y por eso los cárteles de la droga se la juegan, hasta producir un número elevados de muertos tanto por la acción del consumo de los estupefacientes –principalmente el fentanilo– como por la acción de las balas, cuando le están imposibilitando el negocio, por cierto sumamente lucrativo, a tal punto de penetrar gobiernos, como pasó con casi todos las administraciones anteriores a Gustavo Petro, en Colombia.
¿Qué hacen los gobiernos estadounidenses para detener esa descomposición? Simplemente ¡Nada! Por una razón, ampliamente conocida, el cual está haciendo estragos en muchos países, como es la hegemonía a través del dólar, que viene golpeando incesantemente a muchos países, entre ellos Venezuela, al imponer una dolarización incitada y aplaudida por la oposición venezolana, ya que, creían y juraban hasta el infinito, que iba a crear una explosión sin precedente en contra del gobierno del presidente Maduro, pero no contaban con la siembra de conciencia por parte del comandante Chávez, hasta germinar en millares de venezolanos, que han despertado de la falsedad proyectada por la oposición venezolana, que una vez más sale con las tablas en la cabeza, con los mismos gritos de la sayona, sin asustar a nadie.
                                          narciso_t_29@hotmail.com
 
 
 

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