NARCISO TORREALBA/
*“Lo único capaz de consolar a un hombre
por las estupideces que hace
es el orgullo que le proporciona hacerlas”
Oscar Wilde…
El ser humano es tan complejo y contradictorio, que muchas veces sin darse cuenta un número asombrosamente alarmante sostienen el cuchillo, que les han clavado, porque en medio de la ignorancia siguen creyendo en los que siempre los han vejados, ya que, poseen las herramientas mediáticas para mantenerlos bozaleados y cuando tratan de dar el mínimo paso para liberarse, inmediatamente les jalan la cabuya para recordarles, quién es el que manda y por supuesto los convierten en unos perfectos autómatas, el cual terminan obedeciendo –como dicen en el llano– sin rejo ni mandador, porque el miedo no los deja ver, si no la mano, que los oprime totalmente cabizbajo.
De eso se ha valido el capitalismo salvaje en su etapa imperialista para destruir, cualquier amanecer, cuando aparece alumbrando las esperanzas de los desposeídos. Ejemplos sobran en los últimos años en nuestra querida Venezuela, el cual se encuentra peligrosamente amenazada por cualquier gobierno, cuando llega a la Casa Blanca y ganas no les han faltado de ejecutar una invasión, que tanta alegría les produce, desean e imploran, hasta los propios directivos de la CEV, para luego trasmitirle a muchos devotos de la religión católica, pero además los pitiyanquis de la oposición venezolana, resucitan a sus “muertos” para luego utilizarlo, como unos auténticos serviles.
En uno de esos amaneceres radiantes y hermosos, sembró el comandante Chávez, el árbol del proceso o revolución bolivariana, el cual terminó espantando al mínimo opresor del pueblo y por supuesto que no se podían quedar de brazos cruzados y menos, cuando empezó a florecer para luego dar la cosecha esperada, el cual servía para paliar la grave situación económica dejada por el eterno binomio de AD y COPEY, que no era cualquier cosa. Uno de esos frutos de ese proyecto a la vista de todo el mundo, es la pensión del seguro social y mire que resolvía problemas acuciantes, tan es así, que un tío por parte de mi madre, no pasaba un mes, que no me llamara para que lo llevara a cobrarla, porque tenía miedo que lo robaran; pero en un abrir y cerrar de ojos se esfumó, hasta devaluarse y estancarse en 130 bs, que ni para el taxi de ida sirve.
Muchos se preguntarán haciéndose los desentendidos, pero con el pecho abultado por la gran satisfacción que les produce, hasta estallar en risas burlonas ¿Qué paso aquí? Simplemente los títeres y marionetas pujaban por la dolarización del país y al producirse ese huracán, simplemente desbarató muchos de los planes del gobierno bolivariano. Estando en el mando el comandante Chávez, no pudieron, pero después al recibir el mandato el valiente y corajudo, Nicolás Maduro Moro, quien hizo todo lo que estuvo a su alcance para frenar la dolarización, pero al final pudo más la mala intención y los planes antipatria de la oposición y los peligrosos aleteos del imperialismo por llevar los dólares al mínimo rincón en sus planes de expansión para tratar de sobrevivir en una guerra económica sin precedentes.
Es tanto el poder mediático de las fuerzas expansionistas, que han hecho ver, como si todo lo que ha pasado es cosa de siglos, cuando el tiempo es relativamente muy corto, pero ahí precisamente radica una de sus grandes estrategias: en el olvido para después aparecer, como los grandes protagonistas del momento, pero, como dice el refrán –la mona aunque se vista de seda mona se queda– y eso es lo que está pasando, con el imperialismo, aunque busque las miles maneras de disfrazarse, todo el mundo sabe, quien se oculta debajo de esos planes violentos para confundir a los incautos, que pululan en muchos casos, como si tuvieran la solución en las manos por artes de magias.
El teatro montado en nuestras costas, no es algo nuevo, pero, como quien dice ¡jugando lo mete el perro! Están ejerciendo una presión constante, apoyados en un argumento, que solamente ellos se lo creen, cuando han catalogado al presidente Maduro, como jefe de una banda de narcotraficantes. Esa es la razón, por el cual exaltaron a su máxima expresión al llamado “tren de Aragua” para luego crear la matriz de opinión, donde involucran al gobierno y a quienes los rodea. Lo cierto del caso, es que el chantaje contra el gobierno y el pueblo venezolano, es por partida doble, por un lado, el aumento del dólar, parece que nadie lo para y por la otra la flota naval en el mar caribe, unido al poder mediático es para tratar de ablandar a un pueblo, que no está dispuesto a venderle el alma al diablo, representado en estos momentos por el gobierno de los Estados Unidos.
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