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Como un juego de guerra macabro de piratería contra Venezuela calificó el militante revolucionario bolivariano y analista político Homar Garcés las maniobras navales ordenadas por el presidente Donald Trump en el mar Caribe que tendrían, presuntamente, como objetivo impedir el ingreso de narcóticos provenientes de la nación bolivariana al territorio estadounidense. Al mismo tiempo, condenó la actitud supremacista del secretario de Estado, Marco Rubio, al desconocer la injerencia simbólica de la Organización de las Naciones Unidas y su gira por varias naciones del continente americano en lo que sería la conformación de una alianza para, finalmente, agredir la soberanía territorial venezolana más que derrocar al gobierno de Nicolás Maduro, a semejanza de lo ocurrido con República Dominicana en 1965.
«Nadie puede ignorar -expresó el militante revolucionario bolivariano- que todos los gobernantes estadounidenses han mentido descaradamente cuando se trata de justificar cualquier acción militar suya en el extranjero, con el apoyo tácito de las grandes cadenas informativas que buscan influir en la opinión pública, llegando a replicar sus mentiras sin objeción en los diferentes medios locales; cosa que Trump ha superlativizado al extremo al acusar a todos los inmigrantes indocumentados como peligrosos delincuentes, así como al señalar a Venezuela como fuente del narcotráfico internacional y asegurar que constituyen una gran amenaza para la seguridad de Estados Unidos».
Mencionó que el declive imperialista de la nación norteña es algo históricamente comprobable, más ante el empuje creciente del grupo de los Brics que desencadenaría la caida de la hegemonía del dólar como moneda de cambio en la economía mundial. «Esto es lo que determina la agresividad imperialista de Trump -recalcó Garcés- ya que la situación económica interna no ha mejorado en los términos que éste prometiera con la imposición de aranceles, a diestra y siniestra, a todos los países, incluyendo a sus aliados. Trump busca reconfigurar -continuó diciendo- nuestro continente en favor únicamente de los intereses de las grandes corporaciones transnacionales que lo respaldan. En esto no hay nada de lucha por la democracia ni de lucha contra el tráfico de estupefacientes».
«Más grave aún es el hecho es que el ocupante de la Casa Blanca anuncie pomposamente de unas personas en una embarcación en un lugar no precisado del mar Caribe y reitere que lo volverá a hacer, sin respeto por la vida humana ni por las diferentes leyes internacionales existentes, dejando por sentado que él, y solamente él, dictará lo que es legal o ilegal, sumiéndonos a todos los latinoamericanos en una nueva versión de régimen neocolonialista», culminó afirmando Homar Garcés.
