Parece increíble. La Vinotinto terminó humillada ante Colombia por goleada en el partido más importante en casa, Maturín, estado Monagas, Venezuela. Nos clavaron 9 goles en 2 juegos, 3 Argentina y 6 los neogranadinos, acabando con la esperanza de todo un país, que creyó hasta lo último en la posibilidad de disputar el repechaje y soñar con la cita mundialista por primera vez en la historia; pero como siempre, nuestra selección se desmoronó al final, lanzando por un abismo en nuestra propia sede, otrora imbatible, tan grande oportunidad de disputar el anhelado repechaje y escuchar el Himno de la República Bolivariana de Venezuela en el Mundial de Fútbol 2026.
No voy a hablar del partido Bolivia- Brasil, ya que de verdad no vale la pena. Allá la CONMEBOL corrupta, inmoral y parcializada, que permite jugar en esa vaina llamada EL ALTO, 4.150 metros sobre el nivel del mar, algo inhumano, para favorecer a la selección boliviana, que es en la única parte que puede ganar. No tienen vergüenza. Sin embargo, no justifico con ésto la debacle de Venezuela en Maturín, pues no teníamos que depender de ese resultado, el deber era ganarle a Colombia y sellar el pase al repechaje.
La arrechera más grande que tengo, es que al técnico de la selección Vinotinto, Fernando «El Bocha» Batista, le pagamos los venezolanos 3 millones de dólares al año, es decir 250.000$ por mes, para que pusiera semejante plasta. Deseos no preñan, así que no me vengan a salir con excusas y pendejadas. Ya basta de seguir tapando el Sol con las manos, debemos decir las cosas como son y no continuar de alcahuetas de la Federación Venezolana de Fútbol (FVF), que es la única responsable de esta bochornosa situación.
La directiva en pleno de la FVF, si tienen un ápice de vergüenza y respeto por el pueblo de Venezuela, deben renunciar, y el «Bocha» Batista que se vaya a disfrutar sus miles de verdes donde le dé la gana, de todas maneras para nosotros esos 3 millones de dólares los tiraron a la basura.