Especial.- Más de doce años desde aquel 29 de diciembre de 2013, cuando Michael Schumacher sufrió un grave accidente de esquí en la estación de Méribel, en los Alpes franceses. Desde entonces, el siete veces campeón mundial de Fórmula 1 ha permanecido alejado del ojo público, bajo el más estricto cuidado de su familia.
Sin embargo, nuevas informaciones provenientes de medios franceses vuelven a encender una luz de esperanza sobre el estado de salud del legendario piloto alemán.
Desde su accidente, Schumacher ha sido uno de los mayores enigmas del deporte moderno. Tras haber estado en coma inducido y superar una situación crítica, las secuelas neurológicas lo dejaron en una condición delicada que ha mantenido a su familia en un silencio casi absoluto. Por lo que solo su círculo más cercano, su esposa Corinna, sus hijos Mick y Gina, y su inseparable amigo Jean Todt, conocen los verdaderos detalles de su día a día.
Pese a eso, un periodista alemán durante el podcast Le Grand Récit, afirmó que existen “signos positivos” en la salud del expiloto: “Sabemos que respira, que interactúa con su familia, aunque no habla ni se le ha visto caminar. No diría que está bien, pero tal vez se encuentra un poco mejor”, señaló.
De esta misma manera, las palabras del periodista no son las únicas que alimentan la esperanza, puesto que se conoció que la firma de Schumacher apareció en un casco subastado con fines benéficos. Un detalle aparentemente pequeño, pero que fue recibido como una auténtica “señal de vida”.
Aunque la recuperación total sigue siendo incierta, las recientes noticias han devuelto algo que muchos pensaban perdido: la esperanza.
Notitarde/Bein Sport