En días pasados un amigo y hermano de toda la vida, me pidió que fuésemos a visitar a un familiar que estaba muy deprimido en su lecho de enfermo; al llegar a su casa, entablamos una entrecortada conversación y entre algunas cosas que susurró, dijo que él nunca se interesó por conocer de Dios y que por tantos errores cometidos, él sentía que cargaba una cruz a cuestas.
Hoy en estas Reflexiones en Familia, compartiremos una porción de la palabra inspirada por Dios, que en el capítulo 16 del Evangelio según Mateo, versículo 24, de la versión Reina-Valera 1960, dice: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”
Amados, esas palabras de Jesús fueron ante una multitud; pero de forma exclusiva para los que habían decidido seguirle o que estaban por hacerlo; y que hoy, dicha palabra nos deja en claro que el auténtico compromiso de seguir a Cristo está en negarse a seguir con las malas prácticas del mundo, en aislar de nuestro corazón la inclinación desmedida a lo material, en echar por tierra los malos pensamientos que conducen al pecado; y en fin, a arrepentirnos ante Dios y hacer todo para su gloria: ¡Morir para el pecado y vivir para Cristo!
Querido hermano, si Jesús hoy te dice “niégate a ti mismo”, es para que sepas, que ese es el primer paso para salir de la esclavitud del pecado; que negarse a sí mismo, es anteponer la voluntad de Dios ante cualquier exigencia o deseo, que negarse a sí mismo es reconocer la grandeza de Dios y su soberanía. De igual forma, Jesús hoy llama a cada uno a que “tome su propia cruz” y sacrifique sus deseos egoístas; y a que “lo sigan”, pero no es solo cuando necesiten un milagro, sino porque Él sea tu mayor necesidad, y que estén dispuestos a pagar el costo que implica vivir una vida de obediencia y lealtad a Dios, a pesar de las tentaciones y sufrimientos por su causa en el día a día; en otras palabras, es continuar con fe en el camino del Señor y no ceder ante los pecaminosos hábitos del mundo.
¡Tomar la cruz, es vivir las enseñanzas de la palabra de Dios cada día!
Querido amigo, todos afrontamos circunstancias desfavorables en nuestra vida que nos hacen sentir tristes, desamparados, desesperanzados y, a veces, incluso debilitados; si en algún momento, uno de esos sentimientos te conduce a cuestionar a Dios, recuerda que tomar tu cruz incluye ser humildes y confiar en Dios e igualmente, reconocer que Él tiene presente a cada uno de nosotros y nuestras necesidades, así como aceptar el hecho de que el tiempo del Señor es diferente del nuestro y que no debemos procurar una bendición y fijar un límite de tiempo para que el Señor la cumpla.
¡Si no sabes cómo seguir a Jesús, solo coloca tus pies sobre sus huellas, síguele y sírvele!
“Quien quiera servirme debe seguirme; y donde yo esté, allí también estará mi siervo. A quien me sirva, mi Padre lo honrará”. Juan 12:26 (NVI).
Amados amigos y hermanos, hoy día Jesús nos invita a seguirlo con un compromiso de servirle; pero no solo es una invitación, sino que a su vez, esta viene con una promesa que donde Él estuviere, ahí estaremos con Él. Pero esto no termina allí, ya que al hacernos su servidor seremos honrados de manera directa por el Padre. Así que mis queridos hermanos y amigos, hoy es un buen día no solo para buscarle, sino para ser útiles en las manos de Cristo y optar por esa maravillosa promesa.
Finalmente, te invito a que multipliques esta reflexión y así también estarás mostrando Su huella en el camino.
“Para esto fueron llamados, porque Cristo sufrió por ustedes y les ha dado ejemplo para que sigan sus pasos”. 1 Pedro 2:21 (NVI).
¡Bendiciones para todos!
Siguiendo sus pasos

