Pedro Galdón.- Residentes del barrio Villa Pastora I de la ciudad de Acarigua denunciaron este lunes 02 de enero la existencia desde más de cinco meses de un profuso bote de aguas negras en la Calle 40 entre las Av. 24 y 25, cuyas emanaciones desembocan y terminan estancándose en una acequia cercana a los límites la comunidad; y problemas en el flujo de las aguas servidas por los ductos del sistema de cañerías por roturas u obstrucciones de las conexiones adyacentes al bote y en otros sectores del barrio.
Dos de las habitantes perjudicadas, Eglis Linares y Honoria Baldallo, manifestaron que la susodicha fuga se presentó a mediados del mes de julio del año pasado por la rotura de la tubería matriz que pasa bajo la mentada calle, haciendo que los fluidos que pasan a través de ella salgan a la superficie por su boca de visita y que, en días lluviosos, según una de sus vecinas, también por las fisuras y los huecos que posee la vía, necesitada también de mantenimiento.

Asimismo, Linares y Baldallo expresaron que esto ha provocado y/o coadyuvado a que las fontanerías de las casas adyacentes al bote, incluyendo la suya, colapsaran, rompiendo las cañerías que conectan los sistemas de aguas negras de ellas y/o haciendo que estos nauseabundos líquidos «se regresen» por las tuberías hasta salir por los inodoros y otros puntos similares, inundando los interiores y los patios de los mentados hogares, especialmente durante los chubascos; y que, por la gravedad de la situación, dos de sus vecinos se vieron obligados a romper una parte de, en el caso de uno de ellos, y a «tapizar», en el caso del otro, las cañerías de sus hogares que están conectadas con el tubo matriz, para evitar que las aguas negras circulasen en dirección contraria y volvieran a anegar sus interiores.

Indicaron que la aglutinación de estos problemas ha hecho que la insalubridad haya crecido exponencialmente en la vía donde está localizada la fuga y en las contigüidades del canal, en la cual, por su deficiente estado, se acumulan las aguas que proceden del bote, aumentando los riesgos de contraer enfermedades cuyo germen está asociado a la problemática; y que su cotidianidad y la comodidad de la misma hayan sido menoscabadas significativamente.


Además, señalaron que las fallas con el servicio de aguas residuales son un común denominador dentro de la comunidad, y que muchos otros residentes de Villa Pastora I tienen inconvenientes de fontanería similares a los previamente descritos.
Declararon que, luego de reportar el problema con su jefe de calle, Hidrosportuguesa visitó la zona perjudicada por el bote en el mes de septiembre para hacer un diagnóstico, y en la misma le prometieron que volverían al lugar quince días después para solventarlo, pero, aún «siguen esperándolos»; y que, posteriormente, en el mes de noviembre, la Alcaldía del Municipio Páez hizo acto de presencia al lugar y les prometieron que este 2023 resolverían el problema, alegando que la falta de presupuesto, y de equipos y maquinaria disponibles le impedía hacerlo antes de que culminara el año pasado.
Finalmente, Linares y Baldallo llamaron a las autoridades a que «se avoquen lo más pronto posible con esto» por los peligros intrínsecos de la perennidad de estos problemas para la salud, y los perjuicios inmediatos al estilo y la calidad de vida de los afectados.

