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Esta es la reflexión que Monseñor Gerardo Salas Arjona, obispo de la Diócesis de Acarigua-Araure, dejó a los creyentes que este domingo asistieron a parroquia Catedral Nuestra Señora de la Corteza para conmemorar el banquete de la resurrección del Señor.
Para el prelado, resulta un gozo participar de la buena nueva que se constituye en el domingo más importante de todo católico, al proclamar la resurrección de Jesús.
Durante su homilía, destacó lo expresado en la carta de San Pablo a los colosenses, que invita a no perder de vista lo que hemos cultivado durante la cuaresma, no perder esa realidad de contemplar siempre lo alto, de aspirar siempre a hacer las cosas de Dios, para mantenernos firmes en el camino espiritual, firmes en el testimonio, coherentes en nuestra vida particular y cristiana de servicio.
Para Monseñor Salas, finalizar la cuaresma permite convertirnos en testigos del resucitado, lo que significa tener un rostro que represente en nuestra actitud que estamos vivos, tenemos sabiduría, que somos hombres y mujeres de felicidad, de ternura, misericordia y de paz.
En el marco de la celebración, tuvo lugar la realización del sacramento de confirmación, por parte de un hermano en cristo, aspirante al sagrado sacramento del matrimonio. /Prensa Catedral Mayami Alvarado
Monseñor Gerardo Salas Arjona en la Misa de Pascua: «Proclamar la resurrección de Jesús es el domingo más importante en la vida de todo cristiano»
