Pedro Galdón.- Denunciaron que la presencia de grandes y numerosos baches en el tramo de la carretera Acarigua-Turén que atraviesa la localidad de Mijagüito está obstaculizando cada vez más la circulación de vehículos hacia las mentadas capitales municipales y/o los poblados establecidos en la vía.
Un residente de La Misión de Turén manifestó que este tramo vial, en mal estado desde hace varios años atrás, se ha estado deteriorando continua e ininterrumpidamente; y que las lluvias de esta temporada invernal han agravado considerablemente la situación, catalizando el agrandamiento de los huecos ya existentes y el desgaste de los automóviles de los viajeros, exponencialmente.
Aseveró que, a causa de la inmensidad de muchos de ellos, los vehículos deben pasar cuidadosamente por los bordes de la vía para eludir los hoyos más profundos y, en algunos casos, las grandes piedras que colocan algunos de los locales en las aceras para evitar que atropellen los transeúntes, y poder seguir su camino; y que, durante los chubascos, buena parte de los baches quedan sumergidos bajo el agua de lluvia y fuera de la vista de los conductores, complicándoles aún más las cosas a ellos e incrementando considerablemente las probabilidades de que ocurra algún accidente.
El ciudadano comentó que recientemente habitantes de la zona han señalado con cauchos y palos una de estas «zanjas», luego de que un motociclista casi perdiera la vida tras siniestrarse después de caer en ella durante un aguacero; y que varios automóviles han padecido averías, por causas similares a las de este suceso.
El denunciante expresó que, a pesar del tiempo que lleva esta carretera en mal estado y de que la Alcaldía del Municipio Páez ha hecho operativos de limpieza en la zona, las autoridades se han hecho la vista gorda y no han tomado cartas en este asunto.
Por lo tanto, exhortó al burgomaestre Rafael Torrealba y al gobernador del Estado Portuguesa, Primitivo Cedeño, para que se aboquen a resolver esta situación prontamente, «ya que todos los días salimos a trabajar, y nuestros vehículos ya ni siquiera pueden pasar».
