Yaxmin González Jiménez
ACARIGUA.- La participación masiva de electores -en medio de diversas incidencias que empañaron el carácter democrático de la jornada- fue el escenario en la totalidad de los centros de votación dispuestos en las ciudades de Acarigua y Araure para los comicios presidenciales de este domingo, en los que ni la lluvia intensa ni el sol inclemente amilanó las fuerzas de la ciudadanía para ejercer su derecho al voto.
Desde muy tempranas horas de la madrugada, muchos incluso hicieron vigilia en los alrededores de las instituciones, y provistos de sillas, paraguas, termos de café, sombreros y gorras, los ciudadanos se formaron pacientemente a la espera del inicio de la jornada electoral, sin embargo, el retardo en la constitución de las mesas, la negativa por parte de los coordinadores de centro y efectivos del Plan República a permitir la participación de los testigos de la oposición, entre otros aspectos, hicieron que el proceso comicial comenzara con varias horas de retraso.
Centros como la UEN Monseñor Ramos Cordero, Imdera, Año Internacional del Niño, Ana Susana de Ousett, Carlos Alberto Pelayo, Palacio Fajardo, Goajira I, Hilarión López, entre muchos otros presentaron inconvenientes a la hora de iniciar el acto de votación, tal como fue denunciado en las redes sociales por los mismos testigos acreditados.
Aunque la mayoría de los electores mantuvieron la calma y el civismo, en el Centro Comunitario de Protección y Desarrollo Estudiantil de Villa Araure se exacerbaron los ánimos y derribaron los portones para manifestar su descontento; mientras en la Escuela Parroquial Nuestra Señora del Pilar, los electores exigieron a viva voz el derecho a votar ante el retraso de más de cuatro horas para que se iniciara la jornada.
Aunque el acto de votación era bastante rápido, una lentitud extrema en el ingreso de los electores se evidenció en el Colegio Privado Fermín Toro en Araure, donde cientos de personas llevaban más de doce horas en cola y no habían podido sufragar. Pasadas las nueve de la noche aún muchos permanecían firmes en su empeño de ejercer su derecho constitucional.
Caso especial se registró con el CEI Prados del Sol, en el urbanismo del mismo nombre, en Araure, en el que alrededor de 3.500 electores no habían podido sufragar tras las alteraciones del orden público que se suscitaron luego que acusaran a la coordinadora de dicho centro, Nardelis Umbría, de manipular las máquinas para favorecer al candidato del Gobierno y de prolongar injustificadamente el comienzo de la votación.
Esta actitud fue caldeando los ánimos entre los ciudadanos, al punto de derribar la cerca perimetral de la institución e irrumpir en la misma para exigir al Plan República el inicio del acto. Posteriormente y en medio de golpes, pedradas y botellazos, esta funcionaria debió ser desalojada bajo un fuerte cordón de equipos antimotines de la Guardia Nacional Bolivariana y de la Policía Nacional.
Ni las oraciones de rodillas a las puertas del plantel educativo clamando por la votación ni la quema de cauchos en plena avenida Circunvalación como protesta, les valió para poder sufragar en esta jornada.










