La Federación Nacional de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (FESOCA) ofreció un balance optimista sobre el rendimiento de la zafra azucarera 2025-2026, asegurando a la población el abastecimiento nacional de azúcar por los próximos ocho meses sin necesidad de recurrir a importaciones.
José Ricardo Álvarez, presidente de FESOCA, informó durante una rueda de prensa que la expectativa para finales de diciembre es alcanzar una molienda de alrededor de 1.300.000 toneladas de caña de azúcar. Este volumen generará un inventario que superará las mil toneladas de azúcar, cifra que el gremio considera más que suficiente para cubrir la demanda doméstica a corto y mediano plazo.
“Es fundamental que la población venezolana esté tranquila, ya que tendremos azúcar suficiente para los próximos meses, sin necesidad alguna de importar azúcar crudo o refinado”, enfatizó Álvarez.
El presidente de FESOCA destacó que el sector ha experimentado un crecimiento continuo en los últimos cinco años, con una tasa interanual que oscila entre el 15% y el 20%.
Álvarez atribuyó este rendimiento positivo a una mejor coordinación con diversos entes del Estado. Subrayó la importancia de:
*Buenas relaciones con el Gobierno Nacional.
*El apoyo de PDVSA en el suministro de gasoil, crucial para las operaciones de cosecha y transporte.
*La colaboración con las gobernaciones respectivas.
*Mantener las importaciones de azúcar en «niveles que no nos vayan a afectar».
A pesar del balance positivo en la producción, el presidente de FESOCA manifestó una profunda preocupación por el continuo ingreso de azúcar refinado y crudo al país por parte del Ejecutivo.
“Tenemos inventario suficiente para cumplir toda la demanda que tenemos en el país. Nuestra preocupación son los azúcares refinados y crudos que están entrando al país por parte del Gobierno Nacional”, señaló Álvarez.
El líder del gremio indicó que, aunque el Gobierno ha manifestado que estas importaciones buscan cumplir con programas sociales específicos, el ingreso masivo de producto foráneo podría tener consecuencias negativas directas para el productor nacional.
Finalmente, José Ricardo Álvarez advirtió que de no controlarse estas importaciones, la consecuencia inmediata será una depresión de los precios del rubro en el mercado local, lo que desestimulan la producción y pondría en riesgo la continuidad de la recuperación del sector cañicultor venezolano. /El Impulso

