TOKIO.- El magnicidio del exprimer ministro de Japón, Shinzo Abe, sigue conmocionando al país. Su cuerpo llegó este sábado 9 de julio a Tokio, tras ser asesinado en la ciudad de Nara, a unos 480 km de la capital, a donde se había trasladado para un mitin político. Miles de ciudadanos le rinden homenaje mientras las autoridades siguen adelante con las elecciones legislativas de este domingo para las que Abe hacía campaña. La Policía continúa las investigaciones y reconoció fallas de seguridad.
Japón rinde homenaje a Shinzo Abe, mientras se reanuda la campaña electoral a la sombra de su asesinato.
El cuerpo del ex primer ministro con más tiempo en el cargo regresó a su residencia en Tokio, en una caravana en la que se encontraba su esposa, Aki. Altos miembros del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD), vestidos de negro, hicieron fila para presentar sus respetos.
Hasta la residencia también se acercaron cientos de seguidores aún consternados por la muerte del político de 67 años a manos de un hombre que le disparó por la espalda con un artefacto de fabricación casera, en un país donde existe un estricto control de armas y los incidentes violentos de este tipo son inusuales.
El vehículo fúnebre partió en las primeras horas de este sábado 9 de julio del hospital de Kashihara, en la prefectura de la ciudad de Nara, a unos 450 km al suroeste de la capital japonesa, donde Abe fue asesinado mientras se dirigía a una multitud en un discurso de campaña.
Entretanto, en Nara, un torrente de personas hizo fila para depositar flores en una mesa junto a una fotografía de Abe.
«Estoy sorprendida de que este tipo de cosas sucedieran en Nara», subrayó Natsumi Niwa, una mujer de 50 años, después de colocar flores con su hijo de diez años cerca de la escena del asesinato, frente a una estación de tren del centro de la urbe.
Niwa agregó que Abe, un conservador y artífice de la política «Abenomics» destinada a reactivar la economía, inspiró el nombre de su hijo, Masakuni. Abe solía aclamar a Japón como una «nación hermosa» y «Kuni» significa nación en japonés, señaló.
La Policía reconoce fallas de seguridad
Mientras tanto, la Policía se esfuerza por establecer las circunstancias que rodearon el magnicidio, en medio del desconcierto de que un político haya podido ser asesinado a disparos a plena luz del día, en una de las sociedades más seguras del mundo.
La fuerza policial local a cargo del evento político admitió en las últimas horas fallas en los protocolos de seguridad.
«No podemos negar que hubo problemas con el plan de seguridad dado cómo terminaron las cosas», sostuvo en una rueda de prensa el jefe de la Policía de la prefectura de Nara, Tomoaki Onizuka.
«Siento un gran sentido de la responsabilidad», añadió y aseguró que la institución analizará con exactitud qué salió mal e implementará los cambios necesarios.
Con respecto a los presuntos motivos del crimen, la prensa local, que citó fuentes policiales, informó que el sospechoso, identificado como Tetsuya Yamagami, de 41 años, le había dicho a las autoridades que creía que Abe estaba vinculado con un grupo religioso al que culpaba de arruinar económicamente a su madre y destruir su familia.
No obstante, las autoridades aún no han identificado al grupo religioso al que se refiere el hombre arrestado en el lugar de los hechos, pocos segundos después de disparar.
Sin embargo, los investigadores han logrado establecer que Yamagami también había visitado otros lugares donde Abe había hecho apariciones de campaña, incluida la ciudad de Okayama, a más de 200 km de Nara, según reportaron medios japoneses.
Japón va a elecciones a la sombra del magnicidio de Abe
El Gobierno japonés se encuentra decidido a mantener las elecciones a la Cámara Alta de este domingo 10 de julio.
Los ciudadanos aún conmocionados asistirán a las urnas para los comicios, en los que Abe hacía campaña cuando recibió los fatídicos disparos. El político de 67 años respaldaba la reelección del parlamentario Kei Sato.
El fallecido ex primer ministro continuaba respaldando políticas ambiciosas como lo hizo a lo largo de su carrera, entre ellas una revisión a la Constitución considerada pacifista, que prohíbe al país usar la fuerza para resolver disputas internacionales.
Abe expresó públicamente su apoyo a aumentos significativos en el presupuesto de defensa de Japón, al citar la invasión de Rusia en Ucrania como prueba de que su nación debería permanecer alerta en caso de una acción similar por parte de china en Taiwán.
El PLD, el partido que una vez dirigió Abe, y otros movimientos políticos confirmaron la reanudación de la campaña antes de la votación, en la que se espera que ellos y su socio de coalición Komeito consoliden su mayoría en el Legislativo. Los políticos afirmaron que están decididos a demostrar que el asesinato no puede detener la democracia.
El primer ministro Fumio Kishida, también se mostró de vuelta a la campaña visitando los distritos electorales regionales después de regresar de emergencia a Tokio, tras el tiroteo del viernes 7 de julio.
Pero las elecciones se vivirán en un ambiente distinto al habitual. Luego de lo ocurrido, las autoridades han reforzado la seguridad y entre las nuevas medidas instalaron un escáner de detección de metales, algo que normalmente no se ve en los eventos electorales en Japón.
La política de «tolerancia cero» a la posesión de armas ha mantenido durante años en niveles bajos los índices de criminalidad y asesinatos.
Para el próximo lunes 11 de julio está programada una vigilia nocturna en honor a Abe. Su funeral tendrá lugar el martes 12 de julio, acto al que asistirán amigos cercanos, señaló la prensa japonesa. Se desconoce aún si será organizado un servicio conmemorativo público.
Reuters/ EFE/
