Biden asegura a líderes árabes que Estados Unidos «no se alejará de Medio Oriente»

JEDDAH.- El presidente de EE.UU., Joe Biden, reiteró el compromiso y acercamiento de su gobierno con las naciones árabes, durante una cumbre con líderes de la región este 16 de julio, en Jeddah, Arabia Saudita, parada final de su primera gira como mandatario por Medio Oriente.

Biden presiona por una alianza de seguridad en la región en medio de las amenazas del programa nuclear iraní, trata de garantizar el flujo mundial de petróleo para revertir el alza de precios, así como también busca detener la influencia rusa, resolver la crisis energética y promover la integración de Israel en la región.

Durante una cumbre con los líderes de Bahrein, Kuwait, Qatar, Omán, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Irak y Egipto, el mandatario estadounidense aseguró que su gobierno se mantendrá firme junto a sus aliados en Medio Oriente.

«Estados Unidos está comprometido en construir un futuro positivo en la región, en asociación con todos ustedes, y Estados Unidos no se irá a ninguna parte (…) No nos alejaremos ni dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán. Buscaremos aprovechar este momento con un liderazgo estadounidense activo y de principios», sostuvo el líder de la Casa Blanca.

Las declaraciones del dirigente de la principal potencia del mundo en el Consejo de Cooperación del Golfo, al cerrar la etapa final de un viaje de cuatro días, se producen en momentos en que la región se prepara para una posible confrontación por las amenazas del programa nuclear iraní.

Bajo ese paraguas, el mandatario estadounidense buscó aprovechar la reunión en Jeddah, Arabia Saudita, para impulsar otro de sus grandes cometidos en esta gira: la integración de su aliado Israel como parte de un nuevo eje central.

«Creemos que es de gran valor incluir la mayor cantidad posible de capacidades en esta región y ciertamente Israel tiene capacidades significativas de defensa aérea y antimisiles, como es necesario. Pero estamos teniendo estas conversaciones bilateralmente con estas naciones», explicó un alto funcionario de la Administración Biden.

Como ejemplo de lo que Washington considera una nueva etapa de las relaciones, Biden expuso que aunque las fuerzas estadounidenses continúan apuntando a terroristas en la región y permanecen desplegadas en bases en todo el Medio Oriente, su nación estaría pasando página después de las invasiones de EE. UU. en Irak y Afganistán.

«Hoy me enorgullece poder decir que las eras de guerras terrestres en la región, guerras que involucraron a un gran número de fuerzas estadounidenses, no están en marcha», subrayó.

La gira oficial de Biden se produce 11 meses después de la caótica retirada de las tropas de su país de Afganistán.

En la cumbre, los líderes también discutieron las preocupaciones sobre la estabilidad y seguridad regional, la seguridad alimentaria, el cambio climático y la continua amenaza del terrorismo.

Las complejidades para armar un frente en Medio Oriente contra Irán

En general, hay poco en lo que los nueve jefes de estado de Medio Oriente estén de acuerdo cuando se trata de política exterior.

Ejemplo de ello es que Arabia Saudita, Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos tratan de aislar y presionar a Irán sobre su alcance regional y su programa atómico.

Pero Omán y Qatar, por otro lado, tienen sólidos lazos diplomáticos con la República Islámica y han actuado como intermediarios en las conversaciones entre Washington y Teherán, para tratar de reanudar el desgastado acuerdo nuclear de 2015.

Varias centrífugas iraníes de nueva generación se exhiben durante el Día Nacional de la Energía Nuclear en Teherán, Irán, el 10 de abril de 2021.
Varias centrífugas iraníes de nueva generación se exhiben durante el Día Nacional de la Energía Nuclear en Teherán, Irán, el 10 de abril de 2021. © Reuters/Iranian Presidency Office/WANA (West Asia News Agency)

Qatar organizó recientemente conversaciones entre funcionarios estadounidenses e iraníes para tratar de revivir el pacto de hace 7 años en el que Teherán se comprometió a no producir uranio altamente enriquecido durante los 15 años siguientes a la firma del Acuerdo y a prescindir del 98 % del material nuclear en sus manos. Promesas que se han visto incumplidas, tras el retiro de EE. UU. impulsado por el expresidente Donald Trump.

Entretanto, Doha y Teherán han fortalecido su alianza. Irán no solo comparte un enorme campo de gas submarino con Qatar en el Golfo Pérsico, sino que se apresuró a respaldar a ese país cuando Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahrein y Egipto cortaron lazos y le impusieron un embargo de años, el cual terminó poco antes de que Biden asumiera la presidencia estadounidense.

Washington apunta al riesgo de una alianza entre Irán y Rusia

Según la Casa Blanca, los riesgos de seguridad ante Irán irían más allá de las fronteras de Medio Oriente. Horas antes de que comenzara la conferencia, la Casa Blanca publicó imágenes satelitales que indican que funcionarios rusos han visitado territorio iraní dos veces recientemente para ver drones con capacidad armamentística, que busca adquirir para su guerra en Ucrania.

Un alto funcionario de la administración Biden, que informó a los periodistas antes de la cumbre, dijo que los esfuerzos de Moscú para adquirir drones de Teherán muestran que Rusia «efectivamente está apostando por Irán».

Pero lograr unión ante este asuntos es también todo un reto para Washington. Ninguno de los países representados en la cumbre se ha pronunciado al unísono con Estados Unidos para sancionar a Rusia, una prioridad clave de política exterior para la Administración Biden.

Incluso, en medio del conflicto, los Emiratos Árabes Unidos se han convertido en una especie de paraíso financiero para los multimillonarios rusos y sus yates. Egipto es otro país que permanece abierto a los turistas rusos.

Biden presiona por los derechos humanos y baja expectativas sobre acuerdo energético

El presidente de EE. UU. también presionó a los demás líderes, muchos de los cuales encabezan gobiernos represivos, a garantizar los derechos humanos, incluidos los de las mujeres, y permitir que tengan libertad de expresión.

«El futuro lo ganarán los países que den rienda suelta a todo el potencial de sus poblaciones», afirmó, incluso permitiendo que las personas «cuestionen y critiquen a los líderes sin temor a represalias», destacó el mandatario de EE. UU.

Biden ya había dirigido críticas en ese sentido durante su reunión, horas antes, con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohamed bin Salman, a quien las agencias de inteligencia de Estados Unidos apuntan como el principal responsable de la tortura y asesinato del periodista saudita Jamal Khashoggi, ocurrido en 2018.

El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, saluda al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden , a su llegada al Palacio Al Salman, en Jeddah.
El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, saluda al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden , a su llegada al Palacio Al Salman, en Jeddah. © AFP/BANDAR AL-JALOUD

Por ese motivo, el líder de la Casa Blanca había señalado que pretendía convertir al reino en un “paria”, pero las prioridades han cambiado desde entonces.

En medio de la guerra del Kremlin contra Kiev, el alza de precios de petróleo se ha disparado y el flujo del recurso podría depender de nuevas alianzas entre el presidente de la primera potencia y el monarca saudita.

Aunque se esperaba que este asunto ocupara un lugar destacado en la agenda, los asesores de Biden moderaron las expectativas de que el presidente partiría con un acuerdo para que los productores regionales aumentaran la oferta de inmediato.

«Sospecho que no verán eso hasta dentro de un par de semanas», indicó Biden ante la prensa en la noche del viernes.

El mandatario recibió duras críticas desde Washington por reunirse con el líder acusado del escabroso asesinato.

Por encima de los reproches y como parte de los resultados del encuentro, Biden y Bin Salman acordaron un compromiso para disuadir la interferencia de Irán en los asuntos internos de sus vecinos, frenar su apoyo al «terrorismo» e impedir que adquiera un arma nuclear, según un comunicado conjunto publicado la madrugada de este sábado 16 de julio por la agencia oficial de noticias saudita SPA.

Biden intenta afianzar una estratégica conexión política, de seguridad y energética con las naciones árabes y otros países de Medio Oriente, pero los desafíos siguen siendo enormes.

Reuters/ AP/ EFE/

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