Rusia enviará menos gas hacia Europa, lo que dificulta llenar las reservas para invierno

BRUSELAS.- El anuncio del recorte del suministro de gas ruso a Europa occidental por el gasoducto Nord Stream 1 desde el 27 de julio no tiene «razones técnicas», según declaró el Gobierno alemán tras conocerse la decisión del suministrador ruso, que dijo que la capacidad se reducirá al 20%.

Los países de la Unión Europea buscaban un terreno común para desprenderse de su dependencia del gas natural ruso, tratando de apaciguar a los consumidores nacionales y manteniendo la unidad mientras Moscú cierra el grifo.

El presidente ruso, Vladimir Putin, niega usar las exportaciones de gas para presionar al bloque para que reduzca sus sanciones por la guerra de Ucrania, pero lo cierto es que desde hace meses viene limitando los envíos de gas hacia el viejo continente. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, calificó de «forma de terror» la forma como el Kremlin utiliza los cortes de gas.

En vísperas de una reunión de urgencia para debatir los planes de reducción del consumo de gas de la Unión Europea en un 15% durante los próximos meses, los representantes del club comunitario todavía negocian un posible compromiso que debería mantener a los 27 países en línea para el martes en la noche de Bruselas.

«Hemos tomado nota del anuncio. Observamos la situación muy de cerca en estrecho contacto con la Agencia Federal de Redes y el equipo de crisis del gas», anunció el ministerio alemán de Economía y Protección del Clima. «Según nuestras informaciones no existen razones técnicas para una reducción de los envíos», concluyeron.

«Se han cumplido los requisitos de aprobación de sanciones para la entrega de la turbina en cuestión. Canadá ha concedido la exención exigida por la legislación canadiense. De acuerdo con la ley de sanciones de la UE, no se requiere exención», dice la nota alemana.

«Rusia está haciendo pesar su capacidad de disuasión energética»

La energética rusa Gazprom vinculó la nueva reducción al estado técnico de una turbina tras cumplirse el plazo para una nueva reparación capital. Actualmente, Rusia suministra sólo el 40% de los flujos habituales de gas porque espera la devolución de una de sus turbinas Siemens, que estuvo bloqueada en Canadá por las sanciones.

“Considero que, en este momento de la confrontación, Rusia está haciendo pesar su capacidad de disuasión energética. Rusia sabe que puede jugar esta carta que es un arma en manos de Rusia”, comentó a France 24 Alberto Hutschenreuter, Doctor en Relaciones Internacionales.

“Esto indica un principio de catástrofe energética económica para Europa, que no quiere que prevalezca el modelo Hungría, donde los países establezcan a su modo el tipo de relación que tendrán con Rusia”, agregó el experto.

El bloque se prepara para un posible corte total del suministro de gas natural por parte de Rusia, lo que podría provocar un gran enfriamiento en el próximo invierno, dejando especialmente expuestos a países como Alemania. Aunque otros como España y Portugal, que dependen poco del gas ruso, no quieren forzar un corte tan importante en su población.

“Nord Stream es más geopolítico que energético. Esto implicó un cambio de escala para Europa y particularmente pare Alemania. Este último no está interesada en esta ruptura energética con Rusia, ya que la distancia no solo es menor para el flujo del gas, sino que el transporte del gas por el ducto ampliado (Nord Stream 2), implica transferencia de gas de territorio a territorio”, comentó Hutschenreuter.

Rusia ha cortado o reducido el suministro de gas a una docena de países de la UE en represalia por las sanciones impuestas. Las reducciones del gasoducto Nord Stream 1 ponen aún más en peligro los objetivos de llenar los depósitos de gas europeos para el invierno, cuando tradicionalmente existe un aumento de la demanda.

Era lo que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, advertía cuando anunció el plan. Von der Leyen está convencida de que Putin cortará las exportaciones de gas natural para intentar causar estragos económicos y políticos en Europa para el próximo invierno.

AP/ EFE/

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