Nueva caravana con más de 4.000 migrantes llegó al sur de México para exigir soluciones a las autoridades

CIUDAD DE MÉXICO.- La nueva caravana migrante con más de 4.000 integrantes, que partió este lunes desde Tapachula, la frontera de México con Guatemala, se movilizó por más de 50 kilómetros hasta llegar a Huixtla, al sur del estado de Chiapas, para instalar este martes un campamento improvisado frente al Centro de Atención Integral al Tránsito Fronterizo (CAITF) con el objetivo de presionar a las autoridades para encontrar soluciones migratorias.

Una de sus principales peticiones al Instituto Nacional de Migración (INM) es que les sea otorgado un permiso temporal para transitar hasta la frontera con Estados Unidos, advirtiendo que de no recibir respuestas en esa localidad caminarán por la carretera costera hasta otra oficina del estado del sur de México.

«Lo único que pedimos es que nos den libre paso como lo hace Costa Rica, Panamá, Honduras y Guatemala, porque venimos saliendo de la crisis económica de nuestro país y el propósito es poder obtener una mejor calidad de vida para nuestras familias», manifestó Daniel Rodríguez, migrante venezolano integrante de la caravana.

En la entrada a Huixtla, los migrantes fueron instalados por funcionarios de la Guardia Nacional con equipos antimotines, según las autoridades, para evitar que estos intenten acceder a las instalaciones de manera desordenada.

«No somos enemigos del Gobierno de México, ni de su pueblo, somos migrantes que venimos huyendo del hambre de nuestros países y de Latinoamérica, de Asia, de África y de Centroamérica», expresó Rodríguez, quien además afirmó que los funcionarios mexicanos les han venido colocando trabas para llegar a la frontera estadounidense.

Durante la mañana de este martes, diferentes funcionarios del personal del INM salieron del instituto para atender a aquellas personas que tuvieran cita y que además contaran con el protocolo completo de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.

Un duro recorrido

Esta caravana, antes de movilizarse a Huixtla, acampó durante dos semanas en las afueras de regulación migratoria en la frontera con Guatemala, pero al no ser atendidos por el Ejecutivo, decidieron iniciar el recorrido.

Muchos de ellos han manifestado estar enfermos con tos y gripe luego que el pasado domingo estuvieran bajo una intensa lluvia.

Otros denuncian haber sido víctimas de robos y engaños, como es el caso de Juan Carlos, un migrante de República Dominicana que explicó que salió de su país por la corrupción y la falta de oportunidades de trabajo.

“En México nos han tratado bien y estamos esperando la atención”, dijo Juan Carlos, a quien le mueve la necesidad de encontrar un sustento para sus siete hijos y la esperanza de poder enviarles remesas para que “puedan tener lo necesario”.

Migrantes en su recorrido desde el poblado de Tapachula, en el sur de México, hacia el municipio de Huixtla.
Migrantes en su recorrido desde el poblado de Tapachula, en el sur de México, hacia el municipio de Huixtla. © BENJAMIN ALFARO / AFP

El grupo mayoritario de esta caravana está conformado por unos 600 niños, 1.200 mujeres y aproximadamente 2.000 hombres. Al emprender el viaje, por el camino se encontraron con otras 400 personas, quienes se unieron a la marcha hacia Huixtla.

Alexa, migrante venezolana, quien es además una de las voceras del contingente, se quejó por las acciones de la Policía, que intenta separarlos y disuadirlos de no continuar con la marcha.

“Cuando la caravana estaba por salir nos dijeron que nos iban a ayudar y los policías lograron dispersar a un grupo, y lo que hicieron fue reírse, eso es lo que nos hacen aquí en México, no les importa nuestra buena fe y la necesidad de la gente y decidimos hacer algo, caminar”, aseveró Alexa.

En su mayoría los niños y las mujeres han presentado malestares por la intensa caminata, la falta de hidratación, de alimentos y las altas temperaturas, que llegan hasta los 35 grados Celsius empeorados por el ardiente pavimento.

Los voceros de los migrantes han pedido a los mexicanos, al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y a las organizaciones no gubernamentales y de derechos humanos, que les sean suministrados insumos como víveres, comida y agua para sobrellevar la travesía.

Una petición a la que se sumó este lunes la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) de México, quien «de manera especial» solicitó que se les entregue «agua, suero hidratante, alimentación higiénica y adecuada, atención por parte de personal médico especializado y de primeros auxilios, medicamentos e insumos de aseo personal».

Además, solicitaron especial atención para aquellas personas en «situación especial de vulnerabilidad», para quienes se debería integrar un equipo multidisciplinario integrado de médicos, psicólogos, trabajadores sociales y abogados.

Esta es la decimosexta caravana de migrantes que intenta atravesar México para llegar a los Estados Unidos. En su mayoría está integrada por ciudadanos de Venezuela, Cuba, Haití y diversos países de Centroamérica.

El flujo migratorio ha sido catalogado como un récord durante este 2022. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos ha interceptado a más de 1,6 millones de personas desde octubre del año pasado hasta la fecha.

En la actualidad, México alberga más de 58.000 solicitudes de asil en lo que va del año, lo que representa un incremento con respecto al año pasado de casi un 15%, según la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados.

EFE/ AFP/

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