Min-Educación pone fecha al retorno a clases, pero ignora protestas de maestros

CARACAS.- La ministra de Educación, Yelitze Santaella, anunció que el inicio del nuevo período escolar para los subsistemas de básica y media será entre el 15 y el 20 de septiembre de 2022. El anuncio lo hizo durante una transmisión en la que participó junto al mandatario Nicolás Maduro.

Con 40 días de anticipación, Santaella le puso fecha a la reanudación de clases, justo cuando se multiplican por todo el país las protestas de docentes que rechazan el incumplimiento del pago de su bono vacacional y la aplicación del polémico instructivo Onapre, que ha sido denunciado y criticado por trabajadores de toda la administración pública, ya que ha significado una desmejora y una significativa reducción de beneficios laborales conquistados.

Un día antes del anuncio -durante cadena nacional- un numeroso grupo de docentes se apostó y manifestó frente al despacho de Educación en Caracas y se la cantaron clarito tanto al presidente Maduro como a la ministra Santaella, en paralelo a otro grupo de protestas que ocurrieron en varias ciudades del país.

Los maestros pusieron en duda el retorno a clase si no cambian las condiciones de la decisión en torno al pago incompleto y fraccionado del bono vacacional, que no solo se pagó con base en el salario anterior al aumento decretado en 2022, sino que les depositaron lo equivalente a apenas 10 días en la primera quincena de agosto, 10 días más se esperan para septiembre, 10 días en octubre y 75 días restantes entre enero y julio de 2023.

Los maestros manifestaron que recibieron pagos que apenas superaban los Bs. 100 y el personal obrero aún no ha recibido ningún pago.

docentes

El controvertido Onapre

Los docentes de Fe y Alegría se sumaron a la petición de los trabajadores públicos, que solicitan la eliminación del instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), que se ha convertido en una violación de derechos laborales establecidos en las convenciones colectivas de los y las trabajadoras.

En rueda de prensa realizada el viernes 5 de agosto, la directora del Programa de Escuelas de Fe y Alegría, Noelbis Aguilar, hizo un llamado al Poder Ejecutivo, en especial a la ministra Santaella, para que hagan una reconsideración en cuanto a la aplicación de este instructivo.

La directiva de Fe y Alegría señaló que es un riesgo para el personal docente «que es clave para el desarrollo del país» que se irrespeten acuerdos establecidos en contrato colectivo, como el pago del bono vacacional, que lo pagaron con la base del salario del mes de diciembre de 2021; es decir, sin el aumento que llevó el salario a 130 bolívares .

El presidente de Fe y Alegría en Venezuela, Charles Lazzari, aseguró que el instructivo de la Onapre es «ilegal» y no debe tener validez.

Señor presidente, señora ministra (Yelitze Santaella), señor director de Onapre, esta gente ha cumplido; cumplan ustedes. No se puede renunciar a ese derecho por mandato de la propia Constitución. Cumplan para que sigamos cumpliendo todos los docentes, no solo los de Fe y Alegría, sino el resto de los trabajadores vinculados con la educación que se ven afectados por esta medida que es ilegal».

Aseguraron que las escuelas de Fe y Alegría atienden una matrícula de más de 100 mil estudiantes en todos los niveles de educación en el territorio nacional, por lo que sus más de 10 mil docentes también necesitan que les paguen sus beneficios.

Bricomiles hacen el trabajo de FEDE

Entre Una gota de amor y ahora las Bricomiles, el mantenimiento y reparación integral de las escuelas terminó oficializada como una responsabilidad de todos, menos del Ejecutivo Nacional. Hasta la fecha, la ministra Santaella ha hecho referencia al trabajo de las Brigadas Comunitarias Militares (Bricomiles), que según datos oficiales se han constituido 23.832 para la reparación de escuelas y liceos.

Pero poco se sabe del presupuesto y ejecución de obras de la Fundación de Edificaciones y Dotaciones Educativas (FEDE), organismo adscrito al Ministerio de Educación y ente al cual le corresponde este trabajo. Según información publicada en la página de FEDE, «las 23 mil bricomiles representan 90% de las 26.400 instituciones educativas registradas y 18.618 directores y directoras se han sumado a esta labor».

Maduro precisó que esas brigadas comunitarias son «hombres y mujeres, padres y representantes, comunidad educativa y voluntarios que están haciendo a través de este sistema que la ministra Yelitze Santaella le dio a todos los planteles educativos».

A través de las redes sociales, FEDE asegura que le entregan los materiales a los voluntarios, madres, padres y representantes a cargo de las reparaciones.

Santaella señaló que serán más de 20 mil instituciones educativas que tendrán atención a través de las brigadas «desde el ornato hasta problemas mayores, equipar desde sillas y pupitres, estamos trabajando muy duro».

La ministra dejó claro que el objetivo de las Bricomiles es que durante el mes que falta para volver a las aulas, se hagan los trabajos requeridos, que según denuncias docentes y directivos y documentado en investigaciones realizadas por organizaciones como Cecodap, acumulan más de dos años de problemas graves y sistemáticos de mantenimiento debido a la ausencia presencial en las instituciones, a causa del confinamiento por la pandemia. «El objetivo es que en el reinicio de las clases los niños cuenten con un espacio nuevo», dijo Santaella.

Estos problemas mayores necesitarán más que una gotica de amor y voluntariedad. Según el informe Estudiar entre ruinas, realizado por la organización defensora de los derechos de la infancia Cecodap, se consultaron 56 centros educativos, entre públicos y privados en nueve estados del país. La situación registrada en las escuelas afectó a 32.656 estudiantes: 51,5% de educación privada y 48,5% en educación pública.

​El informe registra que 59% de los centros educativos reportaron fallas en el servicio eléctrico, con cortes de luz que se extienden hasta cuatro horas o más.

De los centros educativos consultados, «59% notifica que enfrenta daños en su infraestructura, lo cual implica techos rotos, filtraciones, baños fuera de servicio, pinturas en mal estado, rejas y paredes caídas, pupitres ventanas y puertas rotas, botes de aguas negras, techos con agujeros, entre otros daños por el desgaste estructural y la falta de mantenimiento preventivo y correctivo».

TCD/

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