BILBAO.- Se acabó la luminosidad y el calorcito del sol, aparecieron la lluvia, el frío y la niebla y el decorado de La Vuelta cambió por completo. Se sabía en la previa de la etapa que la jornada de este jueves, con los dos primeros puertos de primera categoría y la primera llegada en alto, al inédito Pico Jano podría ser un escenario peligroso para algunos corredores, aunque nadie sospechaba que a alguno de los favoritos se le pudieran ver de forma tan clara las vestiduras, especialmente a Primoz Roglic. El esloveno, triple ganador de La Vuelta, cedió voluntariamente cuatro minutos con el francés Molard en la etapa del miércoles, pero en las rampas más duras del Pico Jano (12,6 kilómetros de subida al 6,7%, pero con algunos tramos de descanso) no se le vio nada cómodo, incapaz de seguir el ritmo de Evenepoel y Mas, para acabar dejándose con ellos 1’21».
Producto de esta sacudida cántabra a la carrera, el joven caníbal belga es el nuevo líder de La Vuelta, con 21 segundos de margen sobre el ex líder Rudy Molard y 28 de margen sobre un Enric Mas que avanza doce posiciones en la tabla para ponerse ya en plazas de podio; justo por delante de un Primoz Roglic que está a 1’01» de Remco. No son unas diferencias ni mucho menos insalvables a estas alturas de la carrera, pero sirven para apreciar, de momento, que Mas va por el buen camino, que Juan Ayuso sigue sin tener techo, y que Primoz Roglic puede que no esté tan fuerte como parecía.
Esta sexto capítulo de La Vuelta, de 181,1 kilómetros, y 3.600 metros de desnivel ya, partía desde la mágica explanada de San Mamés, el estadio del Athletic Club, para poner dirección a tierras cántabras. Un día en el que se formó una fuga inicial de diez corredores (entre los que estaban los españoles Azparren y Fernández) y que como era de esperar fue ganando en emoción a medida que avanzaban los kilómetros. El ucraniano Mark Padun fue de los activos en cabeza de carrera y fue el primero en coronar la segunda dificultad montañosa del día, Collada de Brenes (cota que ya se había subido en la Vuelta Internacional de Besaya), por delante de Rubén Fernández.
A estas alturas de carrera las condiciones de carrera ya habían empeorado y los ciclistas tuvieron que bajar con sumo cuidado camino del sprint especial de Santa Cruz de Iguña antes de afrontar la subida final al Pico Jano.
Alaphilippe abrió la lata
Julian Alaphilippe, compañero de Remco Evenepoel en el Quick-Step, lo dio todo tirando del grupo en la aproximación y en los primeros kilómetros de la subida final, hasta que reventó y se hizo a un lado, en la que era toda una declaración de intenciones. Por delante un puerto de primera categoría, de 12,6 kilómetros, con una pendiente media del 6,7%, en el que las condiciones iban a ser dantescas y en el que se iban a empezar a escribir las primeras páginas decisivas de la carrera.
Padun lo intentó todo, pero a su altura llegó el australiano Jay Vine del Alpecin que tras demarrar de la disciplina del grupo puso la directa en medio de la niebla. Por detrás, primero lo intentó Simon Yates, que tensó la carrera. Después Evenepoel, pegado a su rueda Primoz Roglic, pero el esloveno poco puedo hacer cuando a 7,4 km de meta Remco aumentó el ritmo y se fue. Pegado a su rueda Enric Mas. El balear tuvo la fuerza suficiente como para seguir el ritmo constante y demoledor de Evenepoel, y siempre pegado a su rueda fueron ganando metros y segundos a los favoritos que se mantenían más activos, como Roglic, Yates o Sivakov, con un combativo Juan Ayuso que viniendo desde atrás llegó a su altura y después los dejó para irse en solitario hacia la meta.
Evenepoel y Mas fueron abriendo hueco con Roglic. De los 11 segundos se pasó a los 22, hasta que al final Primoz se dejó 1’21» con ellos. Mas y Evenepoel no pudieron dar caza a un buen corredor como el australiano Vine, que estrenaba su palmarés profesional este jueves en La Vuelta. Lástima que la niebla y la lluvia no hayan sido justas con el corredor del Alpecin y hayan permitido obtener unas imágenes nítidas de su gran triunfo. Tampoco se vio del todo bien la llegada en meta de Evenepoel y Mas, pero, como suele decirse, los tiempos no engañan y muestran que este jueves han dado un paso al frente.
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