KIEV.- Como siempre, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski fue contundente. «En la región de Jersón, el Ejército ruso dejó las mismas atrocidades que en otras regiones de nuestro país», lamentó.
Según la información que dio en su conferencia nocturna diaria, «los investigadores han descubierto más de 400 crímenes de guerra rusos y han encontrado los cuerpos tanto de oficiales como de civiles», aseguró Zelenski.
El Ejército ucraniano entró en la ciudad de Jersón, la capital de la región con el mismo nombre, después de que las tropas de Moscú abadonaran la única urbe de esta importancia que habían logrado capturar y después de una intensa ofensiva por parte de Kiev.
«Estabilizar y restaurar la ley»
Tras la retoma de Jersón, el Ejército y el Gobierno de Zelenski tienen la ardua tarea, antes de nada, de desminar la zona para poder volver a hacerla habitable y transitable.
Esto es especialmente importante en vista de que gran parte de la infraestructura pública de la región quedó destruida. La ciudad de Jersón no tiene agua corriente ni electricidad, por lo que Kiev está acelerando el proceso de llevar ayuda humanitaria, como comida y insumos médicos, para sus habitantes.
Las autoridades ucranianas también trabajan para reestablecer las emisiones de televisión y radio y mejorar las comunicaciones en la zona.
El presidente Zelenski aseguró que, además, el Ejército y la policía habían arrestado soldados y mercenarios rusos. Todo, en pro de «estabilizar y restaurar la ley».
Reuters/ AP/