Nueva masacre en cárcel de Ecuador deja diez reos fallecidos

QUITO.- El traslado de un cabecilla de una banda criminal despertó un nuevo episodio de violencia en los ya recurrentes enfrentamientos que asolan las prisiones de Ecuador. El presidente, Guillermo Lasso, aseguró que las autoridades estabilizaron la situación y que «todo el rigor de la ley» caerá sobre los responsables.

Volvió a suceder. La cárcel El Inca, de Quito, la capital ecuatoriana, fue el escenario de un nuevo enfrentamiento entre presos que terminó con diez muertos este viernes 18 de noviembre. Apenas una decena de días antes, el 7 de noviembre, cinco reclusos fueron asesinados en la misma prisión.

La violencia llegó después de que las autoridades ecuatorianas intervinieran el centro penitenciario para el traslado de Jonathan Bermúdez, el líder de ‘Los Lobos’, una de las bandas criminales que tienen al país en alerta desde hace meses.

Bermúdez se considera el presunto instigador del motín del 7 de noviembre y por eso fue trasladado a La Roca, una cárcel de máxima seguridad en Guayaquil, donde está aislado e incomunicado.

El Servicio Nacional de Atención Integral (SNAI) a Personas Privadas de Libertad, encargado de la gestión de los centros penitenciarios, anunció que tres miembros más de ‘Los Lobos’ también fueron trasladados a La Roca por ser supuestamente los repsonsables de la violencia de este viernes.

El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, celebró en Twitter la «intervención exitosa» de las autoridades para calmar la violencia en El Inca. «Advertimos que no nos dejaremos intimidar por mafias narcotraficantes, ahora tendrán que enfrentar todo el rigor de la ley», amenazó.

Uno de los generales de la policía encargado de actuar en la prisión este viernes relató haber encontrado «armas blancas, alrededor de 38, pipas y sustancias sujetas de fiscalización» durante las requisas.

Las matanzas carcelarias acumulan 450 muertes desde 2020

La violencia en las prisiones de Ecuador es quizás una de las emergencias más urgentes que enfrenta el gobierno de Lasso. El que una vez fue el pacífico vecino de las agitadas Colombia y Perú cuenta ahora más de 450 asesinatos en recurrentes masacres carcelarias desde 2020. Solo en este año, 100 vidas se han perdido.

Detrás de las matanzas están las bandas armadas relacionadas con el narcotráfico que se disputan el control interno de las cárceles y el negocio de la venta y la exportación de droga.

Una de las estrategias de Lasso para responder a la emergencia fue trasladar a unos 2.400 presos a inicios de noviembre, con el objetivo de difuminar el poder de las bandas entre rejas. Sin embargo, los grupos criminales respondieron con dureza en las calles de Guayaquil, la segunda ciudad de Ecuador. Ocho personas, incluídos cinco policías, fallecieron en los enfrentamientos.

Ahora, las provincias de Guayas, Esmeraldas y Santo Domingo de los Tsáchilas, donde habita un tercio de la población del país, viven bajo un estado de emergencia y un toque de queda implementado por las tropas recientemente desplazadas a las regiones.

La agencia AFP recoge unos datos alarmantes: la tasa de asesinatos en Ecuador era de 14 por cada 100.000 personas en 2021, el doble respecto a 2020. Y antes de que termine este año, la tasa ya ha llegado a 18 por cada 100.000 habitantes.

EFE/ Reuters/ AFP/

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