Más de 4 millones de migrantes venezolanos en Latinoamérica tienen problemas de alimentación, vivienda y empleo

CARACAS.- Un total de 4,3 millones de refugiados y migrantes venezolanos tienen dificultades para acceder a alimentación, vivienda y empleo formal, concluye el reporte Análisis de Necesidades de Refugiados y Migrantes (RMNA), que fue elborado por la Plataforma Regional de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V), codirigida por la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

El acelerado aumento del costo de la vida, el impacto prolongado de la emergencia por el covid-19, y las altas tasas de desempleo han exacerbado la vulnerabilidad de las personas refugiadas y migrantes de Venezuela, lo cual ha dificultado para muchas de ellas el proceso de integración y reconstrucción de sus vidas en las comunidades de acogida a lo largo de América Latina y el Caribe. De acuerdo con los hallazgos del RMNA, la mitad de la población refugiada y migrante en la región no puede costear tres comidas diarias y no tiene acceso a una vivienda digna y segura.

«Las personas provenientes de Venezuela desean compartir sus habilidades y conocimientos, y aportar a las comunidades que las han acogido con generosidad. Muchas ya lo están haciendo», dijo Eduardo Stein, Representante Especial Conjunto del Acnur y la OIM para los Refugiados y Migrantes de Venezuela. «Pero no podrán continuar si no se les da la oportunidad de integrarse de manera efectiva», agregó.

Los salarios extremadamente bajos dificultan aún más su capacidad para mantenerse a sí mismos y a sus familias. En Ecuador, por ejemplo, 86% de los venezolanos indican no tener ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, mientras que en Chile 13% e los venezolanos vive por debajo del umbral de pobreza.

A pesar de la reapertura de las escuelas, muchos niños, niñas y adolescentes refugiados y migrantes venezolanos siguen enfrentándose a múltiples obstáculos para acceder a los servicios educativos en sus países de acogida, sobre todo por la falta de cupos o de espacio en las escuelas. En Colombia, 29% de los niños, niñas y adolescentes venezolanos entre los 6 y los 17 años de edad no están matriculados en las escuelas, pues sus padres y madres no pueden pagar las matrículas y los materiales escolares. En Aruba y Curazao, el valor del seguro obligatorio, el transporte y los útiles escolares impiden la escolarización.

Muchas de los venezolanos que no cuentan con documentación, medios de vida o perspectivas de integración local, recurren a movimientos secundarios hacia nuevos países de acogida, con la esperanza de un futuro seguro y sostenible. Para alcanzarlo, a menudo ponen sus vidas en riesgo a través de rutas irregulares extremadamente peligrosas.

A octubre de 2022, hay más de 7,1 millones de personas refugiadas y migrantes venezolanos en todo el mundo, según las estadísticas oficiales reportadas por los países de acogida y recopiladas por la Plataforma R4V. Más de 80% son acogidas en 17 países de América Latina y el Caribe. /EN

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