MADRID.- La cafeína es una sustancia que encontramos en unas sesenta plantas. Por ejemplo, las más habituales entre el consumo humano son en los granos de café y en las hojas de té, puesto que la sociedad la consume generalmente a través de estas bebidas.
La cafeína tiene distintos efectos sobre el metabolismo del cuerpo humano. Por ejemplo, estimula el sistema nervioso central, funciona como diurético, aumenta la liberación de ácido en el estómago y aumenta la presión arterial.
La cafeína alcanza su nivel máximo en la sangre dentro de una hora después de consumirla. No obstante, en algunos casos se puede llegar a notar los efectos hasta cuatro o seis horas tras la toma.
Consumir hasta 400 mg de cafeína al día no es dañino, como norma general. No obstante, el exceso de cafeína puede causar insomnio, mareos, dolores de cabeza, ritmo cardíaco rápido, ansiedad, temblores o la misma dependencia.
También deshidratación, por lo que en algunas ocasiones se ha relacionado la cafeína con la mala salud de la piel, pues nos la puede secar. No obstante, estudios señalan otros beneficios de la cafeína para la piel.
Beneficios de la cafeína
Uno de los beneficios que tiene la cafeína es en el combate contra el estrés oxidativo y la senescencia. Y es que se trata de un sistema importante para proteger las células del estrés. Sin embargo, la senescencia también contribuye a patologías relacionadas con la edad en diversos tejidos, especialmente en la piel.
Una de las principales causas de cataratas en la diabetes es el estrés oxidativo inducido por especies reactivas de oxígeno. Hoy en día se necesitan nuevas sustancias con propiedades antioxidantes que puedan prevenir el desarrollo de cataratas, con lo que la cafeína podría ser un buen aliado, detalla un estudio.
Otros beneficios de la cafeína son que combate el acné, ayuda a reducir la hinchazón, descongestiona, protege la piel de los rayos solares y da un brillo saludable a la piel. Además, tiene un efecto antienvejecimiento. La cafeína alisa arrugas, reafirma la piel y reduce ojeras. Por este motivo se utiliza habitualmente en cremas antienvejecimiento.
Envejecimiento y piel
En este sentido, la senescencia celular se relaciona estrechamente con el envejecimiento de distintos tejidos de los mamíferos. Y lo es especialmente de la piel.
La comida ultraprocesada, un mal descanso nocturno y especialmente el sedentarismo son factores que influyen en el envejecimiento de la piel. Y es que se deteriora la función mitocondrial, incentivando a las llamadas especies reactivas de oxígeno, que acelera a su vez la senescencia.
En cualquier caso, es el poder antioxidante conocido de la cafeína. La cafeína protege la piel de la senescencia inducida por el estrés oxidativo a través de la activación de la autofagia, según indica este estudio.
«Nuestro estudio no solo demostró el efecto beneficioso de la cafeína utilizando modelos in vitro e in vivo, sino que también investigó sistemáticamente los mecanismos moleculares subyacentes. Estos descubrimientos implican el potencial de la cafeína en la protección de enfermedades de la piel», insisten en sus conclusiones los investigadores.
En cualquier caso, puede ser una buena opción introducir la cafeína en la rutina de cuidado de la piel. Es esencial, en este sentido, beber mucha agua para prevenir la deshidratación y los efectos negativos en la piel.
También podemos usar la directamente en la piel, empapando posos y aplicándolo sobre la piel durante unos minutos, por ejemplo. Otras opciones pueden ser hacer propias máscaras caseras con cafeína o directamente emplear productos que contengan.
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