Una vez más vuelvo a insistir ante la Alcaldía de Araure, y los encargados de velar por el mantenimiento de parques y quebradas para que tomen las previsiones necesarias para impedir que las lluvias, que aquí en el llano son demasiado abundantes, vuelvan a inundar los alrededores de la quebrada de Araure,
En el “Paseo Gonzalito” la quebrada está totalmente descuidada: cortaron algunos árboles que estaban próximos a caerse, con sus raíces al aire y pintaron los bordes de las aceras y la isla que divide en la avenida las dos vías, todo quedó muy bonito; pero a la quebrada, que es la responsable de las inundaciones, no le “echan una manita”
Esa quebrada debe tener, aproximadamente un metro de sedimento, hojas podridas, basura que la gente irresponsablemente tira a su cauce y troncos de árboles que los “turistas” del barrio Campo Lindo y sus adyacencias utilizan para construir “piscinas” para bañarse y luego se van y dejan el agua represada, sin importarles a quienes perjudican.
La Alcaldesa no debe olvidar que, aunque en tiempos pasados el Paseo Gonzalito fue ícono de la Alcaldesa Nubia Cupare, quien desapareció en los oscuros caminos del olvido, el Paseo Gonzalito necesita mantenimiento, reconstrucción de sus aceras, que son un peligro para los transeúntes, pues están, prácticamente en el aire, huecas por debajo y la cerca totalmente desvencijada, así mismo, la quebrada de Araure, requiere una limpieza total que permita despejar su cauce de tanta basura y desperdicios, para que el agua fluya con fuerza, como debe ser, favoreciendo las Urbanizaciones que fueron construidas en sus cercanía, las panaderías, los centros comerciales y especialmente el “Terminal de Pasajeros” que cuando llueve a cántaros, si se necesita viajar se debe ir en lancha a comprar el pasaje o a viajar, si es que los choferes se arriesgan a salir por ese río de aguas negras.
Es necesario que la Alcaldesa y los empleados y obreros encargados del ornato de las ciudades gemelas, mancomunados con el Alcalde del Municipio Páez tomen en serio este problema que preocupa a toda la población que hoy se siente amenazada y es la que sufre las consecuencias del descuido, la indiferencia o la desidia de quienes tienen el deber de velar por la tranquilidad de Acarigua-Araure y resolver la problemática que le aqueja.
CARMEN PÉREZ MONTERO
