Mundial de fútbol femenino: Nueva Zelanda y Australia se estrenan con triunfos frente a Noruega e Irlanda

SYDNEY / AUCKLAND.- Un atestado estadio sumido en un minuto de silencio. Una ceremonia de apertura colorida que fue como un viaje del pasado al presente de Australia y Nueva Zelanda. Una victoria inédita y la alegría neozelandesa.

Un triunfo de las ‘Matildas’ sin su principal figura. Esas fueron algunas de las postales que marcaron la inauguración del Mundial de Fútbol Femenino 2023. El balón rodó por primera vez en Auckland, la ciudad más poblada de la coanfitriona Nueva Zelanda.

Una urbe acostumbrada al rugby se dejó contagiar por el fútbol. En el estado Eden Park era difícil observar alguna silla libre. Más de 42.000 personas asistieron a ver la ceremonia inaugural y el primer encuentro entre Nueva Zelanda e Irlanda.

Las luces del estadio se apagaron, dejando a oscuras al público y al terreno desde donde comenzaron a escucharse cantos tradicionales. Luego, vino una explosión de color y un homenaje a cada una de las selecciones participantes.

El estadio se unió en la interpretación de la canción ‘Do It Again’. El himno oficial del torneo fue interpretado por la artista neozelandesa Bene y la rapera australiana Mallrat.

De la euforia al silencio. Los espectadores y las futbolistas se unieron en un minuto de silencio. El comienzo del Mundial tuvo un sabor agridulce luego de que la Policía local informara que se presentó un tiroteo en la ciudad anfitriona: tres personas murieron, incluido el atacante.

El hecho sembró dudas sobre si el comienzo de la cita mundialista tendría lugar según lo previsto. La incertidumbre duró poco. Las autoridades confirmaron el itinerario y afirmaron que la seguridad del torneo sería reforzada.

Nueva Zelanda sorprende a una Noruega favorita

Nueva Zelanda se burló de los pronósticos y de las estadísticas. Las ‘Ferns’, aunque en casa, estaban lejos de ser favoritas para el partido. Al frente tenían a una selección excampeona del mundo que llegaba con jugadoras históricas como Ada Hegerberg, la primera mujer en llevarse un Balón de Oro.

La ‘14’ se había apartado de la selección en el mundial pasado como protesta por la igualdad salarial, por lo que su regreso había generado mucha expectativa.

El nerviosismo se hizo sentir en los primeros minutos del juego para las locales. Noruega comenzó atacando. Intentó con disparos de corta distancia. Sin éxito. Pero, con el pasar de los minutos, las ‘Ferns’ se sintieron más cómodas en el terreno y acabaron con una mayor posesión del balón terminado el primer tiempo.

La solidez de las neozelandesas en la defensa se trasladó a sus líneas de ataque. Un contragolpe certero con una serie de pases precisos bastó para que Wilkinson quedara sola frente al arco y definiera de manera contundente.

Australia celebra por la mínima diferencia sin su gran estrella

Otro estadio repleto recibió al segundo partido de la Copa del Mundo. Las pantallas del Olímpico de Sídney marcaban el número de asistencia: 75.784 mil personas. Las gradas estaban coloreadas de amarillo y los asistentes alentaban a las ‘Matildas’ constantemente.

Y aunque un partido disputado y reñido transcurría dentro del terreno de juego, los ojos estaban puestos en el banquillo de suplentes. Desde ahí, Sam Kerr observaba el encuentro. La ausencia de una de sus mejores futbolistas había caído como un baldado de agua fría a la afición australiana.

Parece que la delantera del Chelsea se perderá también el segundo partido por una lesión en su pantorrilla. «Quería compartir esto con todos para que no nos distraiga haciendo lo que vinimos a lograr aquí», publicó Kerr en Instagram antes del encuentro.

Y agregó: «Por supuesto que me hubiera encantado estar allí esta noche, pero no veo la hora de ser parte de este increíble viaje que comienza ahora».Para alegría de Kerr, y de la hinchada, ese viaje comenzó con una victoria. El único gol del partido llegó al minuto 51.

Tras un primer tiempo con pocas opciones de concretar para ambos equipos, la delantera irlandesa Sheva empujó a Raso en el área y la jueza determinó que hubo penalti a favor de las ‘Matildas’. La capitana Steph Catley no dudó en tomar el balón, acomodarlo en el punto penalti y lanzar un fuerte disparo que dejó sin reacción a la arquera irlandesa.

Depués del partido, Catley se pronunció sobre su compañera: «Al perder a una jugadora como Sam, probablemente la mejor jugadora del mundo y ella como persona, obviamente estábamos desconsolados. Tuvimos que usar su espíritu (…) Para ayudarnos a seguir adelante. Ella es tan, tan importante, es nuestra líder espiritual».

AP/ AFP/

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