La política vista como ciencia, genera una serie de argumentos sustentados en valores éticos, culturales y jurídicos. Un factor determinante de la política, es su incidencia en la gestión de gobierno; de allí que comúnmente oímos hablar de buenas o malas políticas dependiendo de la calidad de vida que se brinde a los ciudadanos en general. El concepto tiende a ir en desarrollo en la medida en que trasciende a valores y filosofías de investigación del modo de vida de ese comportamiento social general. Es allí donde el factor cultural se hace presente sobre todo en el día a día y las costumbres de sus ciudadanos. En un entorno donde históricamente prevalezca el equilibrio de la educación, el trabajo, la familia y el comportamiento social; requiere de un gobierno que gestione y desarrolle esas políticas. Sin embargo, hemos venido observando en los últimos veinte años, que la política ha dejado de ser un sistema ordenado y adaptado a la necesidad de la gente, para transformarse en un mecanismo de obtención y permanencia en el poder. Este contexto es de índole mundial y así vemos que los líderes de diferentes países permanecen durante demasiado tiempo ejerciéndolo en forma sistemática y constitucional; quedando relegado el principio democrático de la alternabilidad en una suerte de entelequia romántica de los sistemas. Países como Israel, Rusia, China, Venezuela, Cuba, Nicaragua, El Salvador entre otros, son ejemplos claros de esta nueva fórmula del poder omnimodo sin intercambio, generando distorsiones en cada una de las sociedades sometidas a estos sistemas.
Otro de los aspectos novedosos del comportamiento político de los últimos años ha sido, la anti política; donde observamos batallas campales como las libradas por Trump en USA, Lopez Obrador en Mexico, Petro en Colombia y recientemente Lula Da Silva en Brasil; son claros ejemplos de procesos que han iniciado sus campañas con aseveraciones duras de racismo o anti sistema partiendo de la voluntad de cambios a favor de los más necesitados, engendrando todo un voluntariado que aspira a un situación mejor a lo qué hay, dentro de un mundo lleno de injusticias. Estos sistemas pueden también nacer a través de expresiones fuertes y contundentes que se mantienen en el tiempo como la establecida por el extinto Comandante Chávez en aquel lapidario “POR AHORA”, que marcó un hito para luego asirse del poder como lo logró, y donde dentro de su campaña política hizo gala de los mejores sistemas de anti política y yendo contra la corriente instauraba un mecanismo de “revolución” que en las primeras de cambio captó la atención de la gente, e hizo gala del manejo mediático necesario con su fuerza y actitud de líder, que lo ha mantenido aún después de muerto dentro del favoritismo de los desvalidos. Chavez fue esa voz del pueblo encontrada con su realidad y sus vivencias igualitarias; las cuales lejos de incorporar valores de esfuerzo y trabajo en la gente, comenzó a menguar las capacidades del estudio y la meritocracia. No importó colocar en cargos de envergadura a cualquiera que rindiera pleitesía aún y cuando no tuviera idea de lo que iba a hacer; aunque en honor a la verdad, también se cuidó de que algunos de esos cargos como finanzas, BCV y Vice Presidencia, estuviera gente proba y de reconocidos kilates pero que al poco tiempo dio un giro brusco y vimos cómo alguien como Ministro de Economía decía que la inflación no existe y que ella era solo un concepto abstracto de algunos opositores o de escualidos como solía llamar a quienes no estuvieran de acuerdo con sus planteamientos, que pasaron desde política del “millardito” para zanjar problemas sociales, hasta servir la mesa a lo que hoy vemos dentro de las instituciones, concentrado todo en el poder ejecutivo que maneja las finanzas, el petróleo, el sistema de Justicia, el poder moral y pues todo lo que acontece; y donde por arte de magia están en el poder los que menos saben de servicios públicos pero si saben producir dinero para sus cuentas personales, llegándose al abusivo caso por todos conocido como el PDVSA-GATE, como el mayor caso de corrupción de toda la historia republicana; pero estamos bien y se quiso acuñar una frase fastuosa a esa política como fue “Venezuela de arregló”.
Ante esta situación, ha sido interesante el planteamiento que de parte de la heroina de la oposición ha venido utilizando, como es la expresión “HASTA EL FINAL”, en ella se conjuga una valoración de fuerza y contundencia con la que se ha venido entusiasmando al electorado para ir generando una posibilidad de existencia de una
Voz contraria a la ya pacífica actitud chavista. Este pequeño punto, puede ser la punta del
Iceberg que estarían avizorando los consultores oficialistas y quizás ver el peligro de lo que ello implica explicándose el énfasis con el que se ha venido atacando a la candidata de VENTE, quien inteligentemente se hizo respaldar de tal expresión por la fuerza de las primarias a través de su Presidente quien así lo estableció de ir HASTA EL FINAL, en franco apoyo a la idea de MariaCorina. En este escenario se mueve la actual disputa quizás a destiempo pero con precisión suiza en relación a evitar sorpresas. Falta quizás un poco más de anti política más a lo radical por parte de la candidata de azul, para enfrentar a los rojos en una suerte de retrospectiva histórica del franquismo español. Escampará y veremos.
Rafael García González