Pocos referentes de la radio de Acarigua-Araure reúnen en uno solo tres cualidades de una persona pública, que tiene el deber de comunicarse a diario con sus seguidores: talento, disciplina y don de gente… Y Carlos Serrano las cubría todas, y con creces.
Tuvo, además, un respeto -como pocos- por el micrófono como herramienta para entretener y, al mismo tiempo edificar, criticar cuando había que hacerlo y hacer crecer a las marcas, deportes -el coleo, especialmente – y símbolos -Rumbera y Musika FM- a los que representó con indiscutible éxito.
Serrano nació el 7 de Noviembre de 1967 en Barinas, pero mas de la mitad de su vida transcurrió en Portuguesa, en especial en Acarigua-Araure, donde sembró afectos y relaciones, para él y su familia, de esas que trascienden por más de una generación.
En los hogares de las gemelas -cada 31 de diciembre cerca de las 12 campanadas-, como en las mangas de coleo de todo el pais, como en cualquier familia amante de la música venezolana, Carlos Serrano dejó su impronta, su voz profunda, su gracia para entretener, su carisma.
En lo personal, de él recuerdo una de las muy pocas veces en que -por causas ajenas a mi voluntad- no asistí al diario compromiso de cada mañana en Máxima FM… La primera llamada de aquel amanecer fue la de Serrano, extrañado y preocupado al mismo tiempo por mi ausencia. Serrano hacia buena radio, y era seguidor e incluso solidario con quienes también intentábamos hacerla.
Y es con esa empatía, con ese ejemplo, con ese talento, que hoy nos quedamos en esta prematura despedida de Carlos Serrano, pidiendo al cielo descanso eterno para él y mucha paz para toda la familia.
Hasta siempre: colega, amigo, hermano…!
DOMINGO D’ALESSANDRO
