CARACAS.- «¡Libertad, libertad, libertad!», grita una multitud eufórica cuando María Corina Machado sube a un camión para un discurso de campaña: la principal opositora venezolana está en campaña para enfrentar en las urnas al presidente Nicolás Maduro el 28 de julio, aunque las autoridades la han vetado.
El gobierno la acusa de corrupción y de pedir una invasión extranjera, e inhabilitó su candidatura. No hay chances de que pueda inscribirse en las presidenciales.
«Estamos en momentos cruciales, el régimen pretende hacernos sentir desorientados y derrotados, cuando estamos más fuertes que nunca», afirma ante una multitud el miércoles en Mariara, una ciudad industrial a 140 km al oeste de Caracas.
Machado niega todas las acusaciones y en su mitín no menciona ni una sola vez la sanción que le impide ejercer cargos públicos por 15 años, que considera inválida e inconstitucional.
Su inhabilitación fue ratificada por la corte suprema. Fuentes del chavismo y la oposición descartan que sea revertida. El plazo para inscribir candidaturas va del 21 al 25 de marzo.
Nadie sabe qué hará Machado cuando llegue esa fecha. Expertos señalan la posibilidad de que ella o su coalición elijan a un sustituto, o llame a boicotear la elección, aunque en su comando de campaña insisten en que «nadie ha llamado a la abstención».
Ella no menciona el asunto en su discurso.
«Aquí hay un compromiso, nosotros vamos hasta el final y el final es el final», repite la candidata, el mantra de su campaña. «El final no solo es el desalojo de una tiranía brutal, cruel, corrupta, mala, sino que es la construcción de una Venezuela de respeto, de libertad».
Machado arrasó en octubre pasado en las primarias para elegir al candidato de la coalición opositora Plataforma Unitaria, con 92% de los votos.
Ha definido su victoria como un «mandato» de la gente para derrotar a Maduro, que aspira a un tercer período de seis años. El mandatario llegó al poder en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez (1999-2013), y fue reelecto en 2018 en unos cuestionados comicios, bajo sospechas de fraude.
Si Machado pudiera participar, coinciden encuestas, derrotaría a Maduro y pondría fin a 25 años de chavismo por amplísimo margen.
En la última década, el PIB de Venezuela ha caído 80%. Más de siete millones de venezolanos han dejado el país a raíz de la crisis económica y política, para escapar del hambre y la pobreza.
Sin miedo
Machado, política liberal de 56 años de edad, llega a esta población del estado Carabobo en una pequeña caravana de dos vehículos. En esta oportunidad no fue retenida por la Guardia Nacional, una excepción en los recorridos que hace por el país desde que anunció su aspiración a la presidencia el año pasado.
En Mariara, hoy gobernada por el chavismo, operó hasta hace años uno de los parques industriales más importantes del país. Y la llegada de Machado no pasó desapercibida.
Desde casas y comercios muy humildes, la gente sale a saludarla, algunos ondeando banderas. Un hombre incluso se baja de un bus en movimiento que venía en el sentido contrario para tratar de hablarle; desde la escuela, niños uniformados se asoman para verla pasar. Los autos bocinan en apoyo a su paso.
Una caravana de 50 motos, con dos personas a bordo cada una, la escolta hasta el punto de la primera de tres visitas.
«¡No tenemos miedo!», grita un hombre en medio de la multitud que la escucha bajo un calor abrasador.
«Si perdemos las elecciones es por trampa», dice a la AFP Gleisimar Tovar, técnico en seguridad industrial de 36 años de edad. «Mariara era territorio chavista y ha despertado, no tenemos luz, agua, estamos en constante desidia y queremos un cambio».
«Las ventas están en el piso, la gente depende de bonos», dice el comerciante Ricky Benítez, de 41 años. «Hay que votar, darle el voto a nuestra María Corina».
«Si María Corina no va, hay que apoyar al candidato que ella nos ponga, un candidato fuerte y firme», estima.
Algunos nombres comienzan a sonar y el apoyo de Machado será fundamental. Pero en el comando la respuesta es una: María Corina es la candidata.
«Yo confío en ustedes, pongo mi vida en las manos de ustedes», dice a la multitud desde el camión. «Vamos adelante, no nos van a detener… Este movimiento es imparable».
AFP/