Yaxmin González Jiménez
ACARIGUA.- De la otrora «capital de la alegría», la ciudad de Píritu ha pasado a ser, según sus propios habitantes, la «capital de los bajones», ante las reiteradas fluctuaciones eléctricas que amenazan con acabar con los pocos electrodomésticos que aún sobreviven en los hogares del municipio Esteller.
Alegando que «ya no aguantan más», vecinos de diversos sectores de Píritu protestaron la noche de este martes ante los «bajones» que se registran a diario, al punto que han llegado a contabilizar hasta 40 fluctuaciones de voltaje a lo largo del día.
«Esto está caotico, no se aguanta, pero nadie quiere decir nada, por temor a represalias», dijeron habitantes del la comunidad Brisas de Leña, quienes aseguraron que no conforme con las decenas de bajones, la empresa Corpoelec les aplica los llamados racionamientos o cortes programados de hasta seis horas diarias sin tener clemencia con los miles de ñinos y adultos mayores que deben padecer las elevadas temperaturas climáticas.
Indicaron que a la par de las fallas eléctricas, el servicio de agua se encuentra suspendido debido a que el motor de agua del sector Banco del Pueblo se quemó por un bajón y se lo llevaron hace más de veinte días. «Sólo los que tienen pozo tienen agua, mientras miles de familias pasamos por el calvario de no contar con el vital líquido y la alcaldesa Beurys Rodríguez no dice nada ni tampoco hace algo para remediar la situación, así como nadie nos responde por los electrodomésticos dañados», manifestaron.
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