Bruselas.- El secretario general de las Naciones Unidas, Antònio Guterres, dijo este miércoles que «nada justifica el castigo colectivo» al pueblo palestino y pidió actuar «antes de que sea tarde» ante el «hambre catastrófica» en Gaza.
«Hoy en día, más de la mitad de la población (más de un millón de personas) se enfrentan a un hambre catastrófica. Esto no tiene precedentes y empeora día a día. Debemos actuar ahora antes de que sea demasiado tarde», instó Guterres en una declaración a la prensa junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
En este contexto, el político portugués hizo un llamamiento a las autoridades israelíes para que garanticen el acceso «completo y sin restricciones» de los bienes humanitarios en toda Gaza y para que la comunidad internacional apoye «plenamente» los esfuerzos humanitarios de la ONU.
Además, Guterres subrayó que todos los actores internacionales deben «seguir haciendo todo lo posible para detener las matanzas, alcanzar un alto el fuego humanitario inmediato y garantizar la liberación de los rehenes» israelíes en manos de Hamás.
«Nada justifica los abominables actos de Hamás el 7 de octubre, y nada justifica el castigo colectivo del pueblo palestino», mantuvo Guterres, quien clamó a la comunidad internacional a unirse para «silenciar las armas» en Oriente Medio, Ucrania y otras partes el mundo.
Unas crisis abiertas en la escena internacional que Guterres tendrá ocasión de abordar hoy en una comida de trabajo con Von der Leyen, a la que asisten también los vicepresidentes ejecutivos comunitarios Margrethe Vestager, Valdis Dombrovskis y Maros Sefcovic, así como el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Guterres tiene previsto reunirse después con el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en la víspera de la cumbre de líderes europeos que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, con los que el secretario general de la ONU mantendrá una reunión mañana.
Los líderes europeos tienen previsto pedir una pausa humanitaria inmediata que conduzca a un alto el fuego sostenible, según figura en el borrador de conclusiones de la cumbre al que ha tenido acceso EFE.
«Nos reunimos en un momento particularmente oscuro en el que el papel de Europa en el escenario mundial es más importante que nunca», dijo hoy Guterres.
«Silenciar las armas»
Además de la situación en Oriente Medio, Guterres aludió también a la invasión a gran escala de Rusia que «está causando un sufrimiento terrible, avivando tensiones globales y socavando el derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas».
Por ello, reiteró su llamamiento «a una paz justa, que respete la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania, dentro de sus fronteras internacionalmente reconocidas».
«En ambas crisis, la Unión Europea es nuestro firme aliado a la hora de instar a soluciones acordes con la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional», señaló Guterres, preocupado porque «más allá de estas guerras, la desconfianza y la división dominan el día».
Alertó por el hecho de que «las desigualdades están aumentando, el cambio climático está causando estragos y los marcos globales simplemente no están a la altura de la tarea», dijo.
«Desde el Consejo de Seguridad hasta la arquitectura financiera global, debemos transformar las instituciones internacionales para que puedan responder a los desafíos de nuestro tiempo y lograr resultados para todos, incluidos los más vulnerables», mantuvo.
Guterres celebró que «el multilateralismo y la solidaridad están en el ADN de la Unión Europea».
«Debemos unirnos para silenciar las armas» y para «salvar vidas y proteger a los trabajadores humanitarios», instó Guterres, tras expresar a Von der Leyen su «enorme agradecimiento» por la cooperación ejemplar entre la Comisión Europea y la secretaría de la ONU.
También agradeció el «constante apoyo importantísimo» de la UE a la ONU, incluso «en algunas circunstancias difíciles, como era justo», dijo en una clara alusión a la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), muy cuestionada por Israel. /EFE