El título de nuestra columna semanal, lo he tomado del título de la última novela escrita, dejada inconclusa por el insigne escritor GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ; obra que por cierto he comenzado a leer, ya que me la trajeron desde Mexico, y la cual narra una historia profunda sobre el amor y sus misterios. Empero, ese mismo título nos sirve para recordar que después del 28 de julio sin duda alguna nos veremos en Agosto.
Y es que para ese mes ya se habrá disipado la bruma de las novelas que hasta ahora se han escrito o inscrito, en estos guiones sacados de la más recóndita imaginación que supera al realismo mágico del gran Gabo.
Habrán terminado los slogans de “hasta el final” de MCM, quien a pesar de irradiar fuerza de verbo y asumir la campaña del bateador designado Dr. González Urrutia; quien, aparte de desconocido, apenas lo hemos visto en un podcast y la atiborrada nomenclatura sobre su currículum; amén de los concebidos ataques del oficialismo al opositor, en razón de declaraciones de tiempos pretéritos, resaltando conductas de misógino y de no ir a hacer su campaña entre otras.
En Agosto, sin duda alguna tendremos la extensión de posibles dos presidentes; uno en funciones y otro que deberá entrar hasta 6 meses después, para poder gobernar.
Vernos en agosto con esta situación, pues pudiera generar cualquier tipo de suspicacia en cuanto a la mixtura de posiciones políticas que cada bando representa.
Se plantea un camino extraño e inédito en el caso de que el candidato de la derecha gane las elecciones, tal como hasta ahora apuntan las encuestas, y colocan en un interesante transito político a lo que ha sido el socialismo del siglo XXI.
Se estará ante esa cosa extraña de tener dos Presidentes constitucionales en forma paralela; pero que, habiendo sido cumplido el proceso electoral establecido, ya no podría llamársele interino como al fugaz y tristemente célebre Juan Guaidó.
Agosto, nos traerá la dosis descansada de la euforia del ganador.
En el otro escenario, estaríamos en presencia de la continuidad del periodo del Presidente Maduro, y obviamente no habrá pasado nada distinto, sino el desarrollo de esa continuidad, de marchar a un socialismo de derecha, tal como parece estar cantada la historia.
Así mismo, en Agosto, muchos harán sus maletas como ANA MAGDALENA BACH (protagonista esencial de la obra referida), ya no para ir al cementerio a llevar flores, sino que algunos se irán en búsqueda de nuevos horizontes, y otros porque ya les habrá pasado el tiempo de su historia aquí.
Por ejemplo, si pierde el candidato Edmundo, pues sencillamente regresará a su mundo allá en Miami, donde ha estado viviendo.
A lo mejor otros tantos irán a hacerle compañía a Guaidó en la Florida, otros a España, Italia, Portugal o Argentina.
Agosto presagia verdades de un país atípico lleno de esas cosas extrañas de los alquimistas en Macondo o de algún invento de Melquiades.
El panorama sigue siendo enrarecido de un lado y del otro en referencia al 28/07; diríamos que un gran final para un mes de fechas y de historias patrias.
De todas maneras, el tiempo es inexorable, y vernos en Agosto, significará para muchos, el correr del día a día; el trabajo y la constancia de un país que sigue su movimiento, porque nada se detiene, todo obra más allá de un Coronel que no tiene quien le escriba, o de unos amores de fin de siglo; sin duda, en agosto nos vemos, y habrá tiempo para un nuevo diciembre más cercano al inicio de un nuevo año y quien quita, con nuevas ganas de seguir aquí hasta una nueva cita para la Asamblea Nacional. Hasta esos días, estaremos trabajando para lograr el lugar desde dónde podemos realizar una transformación de un Poder legislativo como Poder de control del Ejecutivo, tal como es el deber ser del Estado de Derecho. A lo mejor, nos volvemos a ver en Agosto cuando se acuerde el proceso de elecciones de esos cargos.
El trabajo apenas comienza.
Rafael García González
