Miguel Enrique Villavicencio.- Trabajadores del sector público, activos pensionados y jubilados marcharon este 1° de Mayo por la avenida Unda de la capital portugueseña, para exigirle al Gobierno nacional mejoras salariales en concordancia con lo establecido en el artículo 91 de la Constitución.
A ellos se sumaron a esta actividad dirigentes políticos, magisteriales, sindicales y sociales que coincidieron en señalar que los trabajadores venezolanos no tenían absolutamente nada que celebrar este 1° de mayo, puesto que resaltan que este gobierno los tiene a «pan y agua» devengando un salario pauperrimo que nos les alcanza para vivir dignamente.
Los trabajadores exigieron aumento salarial
El dirigente Ángel Galíndez declaró que los trabajadores del sector público, privado, docentes, pensionados y jubilados salieron a las calles a protestar pacíficamente contra este régimen político hanbreador.
-Ya basta de estas políticas económicas hambreadoras que nos tiene el Gobierno de Nicolás Maduro contra los trabajadores – dijo.
De igual manera, expresó su descontento porque los trabajadores tienen dos años que no perciben un buen ajuste salarial, sino que el Gobierno lo único que decreta son aumentos de bonos que no inciden en las prestaciones sociales.
-Ningún trabajador del sector público puede vivir percibiendo un salario mínimo con esta hiperinflación económica, mucho menos los pensionados y jubilados que se están muriendo de mengua en este país. Es muy triste haber dado sus mejores años de vida trabajando por este para al final recibir una miserable pensión de hambre – expresó Galíndez.
Vale mencionar que varios pensionados y jubilados presentes en la marcha manifestaron que Venezuela es uno de los pocos países donde el Gobierno en vez de premiarte por tus años de servicio, lo que hace es empobrecerlos cada día más casi al punto de la indigencia.
Citaron que «todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales», tal como lo contempla el artículo 91 de la carta magna.
