San José.- Una declaración de paz con los océanos que aboga por realizar esfuerzos para garantizar la salud marina, luchar contra la contaminación por plásticos y aplicar la ciencia para la toma de decisiones, es el principal resultado del evento internacional ‘Inmersos en el Cambio’, organizado por el Gobierno de Costa Rica.
El ministro de Ambiente y Energía de Costa Rica, Franz Tattenbach, dijo este sábado al cierre del evento de dos días que la declaración «recoge algunos esfuerzos para marcar la agenda futura para la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano de 2025 (UNOC2025)», que se llevará a cabo en Niza, Francia.
La declaración, que es pública pero cuyos signatarios aún no han sido oficializados, subraya «el papel crucial del océano global» para la supervivencia de las personas y la naturaleza.
En el evento en Costa Rica participaron cerca de 50 representantes de Gobiernos, la mayoría ministros o viceministros de Ambiente o Relaciones Exteriores, además de científicos, académicos, organismos internacionales y organizaciones no gubernamentales.
Uno de los temas que Costa Rica impulsó durante el evento es el de una moratoria a la minería en el fondo marino hasta que haya estudios científicos que garanticen que la actividad es segura.
«Participar activamente en las negociaciones en la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos para el desarrollo de normas, regulaciones y procedimientos, guiados por el principio de precaución o enfoque de precaución, con el entendido de que la explotación no iniciará en ausencia de normas, regulaciones y procedimientos, y de la información científica necesaria, que permita comprender el impacto ambiental», expresa la declaración.
La declaración resalta la importancia de la ciencia para abordar los retos actuales y futuros en los océanos.
«Estamos comprometidos a ampliar las acciones transformadoras del océano, para apoyar economías positivas para la naturaleza basadas en la mejor ciencia e información científica disponibles, el conocimiento tradicional y la innovación», señala el texto.
La declaración también insta a promover la investigación, la colaboración y la comunicación de conocimientos científicos a los encargados de formular políticas, actores del sector privado y la sociedad civil para generar y compartir información científica ambiental, biológica y ecológica para la toma de decisiones.
El texto además expresa la preocupación por los efectos adversos actuales y previstos del cambio climático en el medio marino y la biodiversidad, y destacando la urgencia de abordarlos y de comprender la conexión entre las actividades humanas y la salud del océano.
«Promover una transformación efectiva hacia una economía azul sostenible y soluciones basadas en la naturaleza, y enfoques basados en ecosistemas y otros de gestión y conservación; reiterando nuestro compromiso de detener y revertir la pérdida de biodiversidad a nivel mundial y apoyar los esfuerzos para frenar el deterioro de la salud de los ecosistemas oceánicos», añade.
El ministro Tattenbach resaltó que la declaración hace alusión a una serie de tratados internacional y la importancia de trabajar en ellos.
Por ejemplo, los firmantes llaman a acelerar la acción climática mediante la implementación de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, el Acuerdo de París y las decisiones pertinentes de las conferencias de las partes.
También, manifestaron su apoyo a la implementación efectiva del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal para la conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad, y movilización de recursos, particularmente aquellos relacionados con la protección y preservación del medio marino.
Otro punto es el de «apoyar la finalización exitosa en 2024 de un ambicioso acuerdo jurídicamente vinculante sobre la contaminación plástica, incluido el medio marino, basado en un enfoque integral que aborde el ciclo de vida completo de los plásticos».
En cuanto a financiación, se hace un llamado a desplegar los medios de implementación y movilización de recursos financieros y técnicos que permitan la cooperación internacional para el intercambio de conocimientos y mejores prácticas, desarrollo de capacidades y el acceso e intercambio de tecnología. /EFE