BAKÚ, Azerbaiyán.- La COP29 acordó este domingo 24 de noviembre de madrugada, tras dos semanas de intensas negociaciones, una fase crítica y varios descontentos, el acuerdo de financiación por el cual los países ricos pagarán 300.000 millones de dólares anuales a los países en desarrollo para costear allí la acción climática.
En un plenario en el hubo varias interrupciones, los cerca de 200 países reunidos en Bakú para la COP29 sellaron por fin el acuerdo con el que fijaron la nueva meta de financiación climática, que reemplazará a la anterior fijada en 100.000 millones de dólares anuales
La presidencia azerbaiyana de la COP29 divulgó este domingo 24 de noviembre de madrugada el proyecto de acuerdo definitivo sobre financiación climática.
Según el documento, los países ricos se comprometen a aportar «al menos» 300.000 millones de dólares anuales hasta 2035 para que las naciones empobrecidas enfrenten las consecuencias del calentamiento global.
*Un pacto tras numerosos bloqueos
El pacto fue sellado más de un día después de que la conferencia terminara oficialmente y al cabo de unas «dolorosas» tratativas, según las palabras de la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, quien achacó el bloqueo continuado a una falta de «liderazgo central».
«No es solo una cuestión de la presidencia, todos los que estamos aquí somos responsables», aclaró Silva, cuyo país organizará la COP30 el año próximo en la ciudad amazónica de Belém.
Por su parte, la presidencia azerbaiyana defendió su gestión: «Hicimos frente a vientos geopolíticos en contra e hicimos todo lo posible por ser un intermediario honesto para todas las partes».
«Empiezo a ver la luz», afirmó antes de que se lograra el acuerdo el negociador jefe de Panamá, Juan Carlos Monterrey. «No es todo lo que pedíamos» pero «creo que es un camino», apuntó.
Además, durante la sesión plenaria final, los participantes de esta conferencia de la ONU sobre cambio climático adoptaron una serie de puntos validados previamente, como las normas que regularán las transacciones de carbono entre Estados.
La jornada del sábado fue convulsa: los negociadores de la alianza de pequeños Estados insulares AOSIS y los países más pobres del planeta, descontentos con el proyecto de acuerdo presentado a puerta cerrada, abandonaron por la tarde abruptamente una reunión con la presidencia azerbaiyana.
«Nos fuimos […] Consideramos que no se nos ha escuchado», declaró Cedric Schuster, el enviado de Samoa, en nombre de AOSIS, aunque la alianza precisó que seguía «comprometida» con el proceso de negociación.
El principal escollo en las negociaciones ha radicado en el grado de compromiso que están dispuestos a asumir los países ricos, históricamente más contaminantes y, por ende, los mayores responsables del cambio climático. /France 24