El pasado 12 de febrero, se celebró el 211° aniversario de una batalla disputada en la población de La Victoria en el estado Aragua, durante la cruzada por la Independencia de Venezuela. Los republicanos, al mando del general José Félix Ribas, derrotaron a los realistas del coronel Francisco Tomás Morales, segundo al mando de José Tomás Boves. Esa población era considerada estratégica por parte de Boves, para desde allí promover maniobras sobre Caracas, y con cerca de 2.500 soldados, planeó tomarla. Ante ese escenario, Ribas decidió organizar un ejército para hacerle frente a la amenaza realista; no obstante, ante la escasez de tropa experimentada, debió recurrir a un puñado de jóvenes sin instrucción militar pero muy valientes, provenientes de la Universidad de Caracas y alumnos del Seminario Santa Rosa de Lima.
Las fuerzas republicanas resistieron ante el ataque realista, sacrificándose a muchos soldados jóvenes; durante esa contienda, Ribas animó a sus tropas con su famosa arenga: “en esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir, ¡necesario es vencer! ¡Viva la República”! En conmemoración a ese evento histórico, la Asamblea Constituyente de 1947 decidió decretar el 12 de febrero como Día de la Juventud, en honor a ese grupo de jóvenes que entregaron su vida por la Independencia del país.
Hoy en nuestras Reflexiones en Familia, compartiremos un maravilloso pasaje bíblico, que en Deuteronomio capítulo 20, versículos 1 al 4, de la Traducción en Lenguaje Actual, dice: “Moisés continuó diciendo: «Cuando vayan a la guerra, no tengan miedo. Aunque el enemigo sea muy fuerte y numeroso, y tenga muchos caballos y carros de combate, nosotros contamos con nuestro Dios, que nos libró de Egipto». Antes de entrar en batalla, el sacerdote le dirá a nuestro ejército: “Escúchenme, israelitas, hoy van a pelear contra sus enemigos; pero no tengan miedo. ¡Hagan a un lado la cobardía, y sean valientes! Nuestro Dios peleará por nosotros, y nos dará la victoria”.
Queridos amigos y hermanos, el libro de Deuteronomio es atribuido a Moisés; data entre enero y febrero del año 1405 a.C.; y hoy febrero, más de dos mil años d.C. aún continuamos librando batallas que como inquilinos en este mundo, constantemente se nos presentarán de manera física, financiera, espiritual, entre muchas otras; pero, tan igual, como el pueblo de Israel debió entender que al entrar en la tierra prometida tendría que enfrentarse a constantes guerras, pasando por aquel 12 de febrero de 1814, esas batallas seguirán siendo necesarias tanto para conquistar lo que queremos, como para conservar lo conquistado; pero eso sí, siempre de la mano de Dios para poder salir victoriosos.
¿Qué batalla estás peleando hoy?
Amados, si hoy te encuentras en medio de una batalla, llámese como se llame, ten presente que Dios siempre está contigo, apóyate en Él y no en tu propia capacidad para buscar obtener la victoria; sigue adelante, porque allí donde otros se han rendido, Dios está buscando soldados que sigan con Él hasta el final. En tiempos dificultosos, habitualmente es más fácil rendirse que continuar; pero Dios te anima a proseguir, a ser valiente y decidido, y si tú, mi amigo y hermano, eres de los que piensan que tu batalla es interminable, recuerda que ¡No hay un final, si no hay un comienzo! y ese comienzo debe estar de la mano con El Señor.
¡Si tienes la confianza puesta en Dios, tu batalla interminable tendrá fin!
Hermanos y amigos, si estás en medio de una batalla, no escuches otras voces ni sigas tus propios pensamientos porque allí estaría tu derrota; pon atención a la voz de Dios, la cual te dice: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”. Josué 1:9 (Reina-Valera 1960)
No olvidemos, que así como Dios fue quien pudo resguardar, defender y animar a Josué y a los israelitas, con cada uno de nosotros puede hacer lo mismo, siempre y cuando, confiemos y busquemos su dirección para que en la batalla del momento esté garantizada la victoria, porque ¡Dios es bueno!
“El caballo se alista para el día de la batalla; mas Jehová es el que da la victoria”. Proverbios 21:31 (Reina-Valera 1960).
¡Bendiciones infinitas para todos!