El heredero

     Una de las canciones más populares del momento en las redes sociales es “Coqueta”, un ritmo campesino colombiano llamado “carranga”, en la que su exponente expresa los sentimientos que siente hacia una dama y deja ver que le falta muy poco para enamorarse de ella. El autor e intérprete de esa canción es Feizar Orjuela, artísticamente conocido como “El Heredero”, y cuenta que su mote artístico se debe a que desde pequeño le decían que era el heredero de su madre poeta y su padre cantor. Hace poco dijo en una entrevista: “el tema lo empecé a escribir en 2018 cuando surgió la idea, y lo vine a terminar a finales del 2022 y comenzó a “sonar” en agosto de 2024; pero no es que todos los días estuviera haciendo algo por el tema, sino que me permito la vida, que Dios fuese colocando frases acordes para englobar la idea general de la canción”.
     En estas Reflexiones en Familia de hoy, nos deleitaremos con una maravillosa palabra inspirada por Dios, que en Gálatas 4, versículo 7 de la Nueva Versión Internacional, nos dice: “Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero”.
     Queridos hermanos y amigos, según el diccionario de la RAE, un heredero es la persona que recibe una herencia por testamento o por ley. También se puede referir a alguien que sustituye al difunto en sus bienes, derechos y deudas; de ahí que heredar, es recibir algo a la muerte de su poseedor o algo que ha pertenecido a otra persona, así como también, recibir rasgos o caracteres de sus progenitores.
     En la Sagrada Escritura, «heredero» es alguien que ha sido designado para recibir algo de valor de un padre; en el Nuevo Testamento se usa la palabra “heredero” para describirte a ti y a mí como receptores de la herencia de Dios, tal como lo cita el verso de Gálatas: “y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero”; pero la recibimos, solo a través de nuestra fe en Cristo.
     Amados, entre estas dos acepciones de “heredero”, hay una palabra clave: “padre”, que marca un quiebre entre las dos; ya que en la definición terrenal, puedes recibir la herencia de cualquier persona, y en la bíblica, la herencia más pretendida y de más valor la vas a recibir del Padre, de Dios Padre.
 
“Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”. Romanos 8:17 Reina-Valera 1960.,
     Amigos, la herencia más anhelada es la de la vida eterna con Dios, la cual se reserva para aquellos que escuchan la verdad, creen en Jesús y reciben el Espíritu Santo, que es una herencia con múltiples beneficios; pero solo puedes comenzar a disfrutar de ellos cuando aceptas a Jesús en tu corazón. Te pregunto: ¿Qué pudieras perder si aceptas a Cristo? Creo firmemente que no pierdes nada, mi estimado amigo; al contrario, tienes mucho que ganar, y por eso te invito a que hoy aceptes a Cristo como Señor y Salvador e inscribas tu nombre en el Libro de la Vida, para que también seas contado entre los herederos de Dios Padre, y este paso a su vez, se convertirá en la mejor decisión que puedas tomar.
     Y tú mi hermano, recuerda que somos herederos de Dios solo por causa de Jesús; la adopción como hijos de Dios depende de nuestra unión con Cristo, solo por ello somos “coherederos con Cristo”, o sea, por causa de nuestra unión con Jesús es que los creyentes heredamos las bendiciones de Dios.
     Amado, tú que lees esta reflexión, si conoces a alguien que todavía no ha confiado en Jesús, pregúntale: ¿por qué esperar más? Anímalo, dile que luche por su herencia, que debe ser valiente y esforzado para tomar la mejor decisión de su vida, esa que puede convertirlo en heredero del Reino. Feizar Orjuela se esforzó durante muchos años y hoy muestra la herencia cultural ganada ¿y tú, por cual herencia luchas?
 
“Podrán desfallecer mi cuerpo y mi corazón, pero Dios es la roca de mi corazón; Él es mi herencia eterna”. Salmos 73:26 Nueva Versión Internacional.
     Te invito a multiplicar esta palabra que puede ser agua para el sediento, y pudiera ayudar a alguien a tomar la decisión de creer en Jesucristo y seguirlo.
 
¡Bendiciones infinitas para todos¡

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