Mi palabra /LA INTELIGENTE Y OPORTUNA RESPUESTA DE UN NIÑO

NARCISO TORREALBA /
 
***“El secreto de la genialidad
 es el de conservar el espíritu del niño hasta la vejez,
 lo cual quiere decir nunca perder el entusiasmo”
Aldous Huxley…

José Miguel, pasó apresurado, viendo para atrás buscando a su progenitora, quien muy cerca le seguía los pasos bajo una temperatura medianamente fuerte, a pesar que el sol no se presentaba por ninguna parte, pero la asfixiante sensación térmica de los días pasados, cuando parecía convertir todo lo que alumbraba en cenizas, era suficiente para salir pensando en el ardiente astro, el cual cada día da la ligera impresión de estar más cerca de la tierra.
 El niño, cuando iba no dio tiempo de saludarlo, ya que, llevaba en la mente el sabor de lo que le iba brindar su joven madre, casi una costumbre en las tardes en la urbanización donde habitan, el cual ofrece muy poca sombra en todo el recorrido y solamente se presenta, cuando se oculta el sol, ya que, no se encuentra un árbol y menos un alero ni nada que ayude a guarecerse del sol o de la lluvia.
Al rato se apareció el niño de regresó con el paso igualmente apresurado y pasó, como si llevaba remolcada a su sonriente joven madre, quien se sentía complacida con la alegría expresada por su pequeño hijo, quien solamente veía hacia adelante ansioso por llegar y empezar a degustar un helado, el cual llevaba y protegía la mamá, como si estaba cuidándolo a él. A esa hora, la resolana era por demás intensa a pesar, que la noche se acercaba, con alguna amenaza de lluvia.
Al pasar en la acera del frente, apenas unos pasos de su vivienda se me presentó la oportunidad de saludarlo, como de costumbre, porque rara vez deja de responder, aunque algunas veces demuestra cierta tímides, algo que parece propio en un niño de su edad –5 años–. Ni siquiera volteó y el saludo lo transformó en una respuesta rápida para salir del paso, muy precisa, lógica e inteligente y además cargada de mucha picardía ¡No tengo tiempo de hablar, porque se me echa a perder el helado! La sonrisa disimulada de la madre, sirvió para aprobar lo que a esa edad es una gracia y una salida oportuna por las razones del clima. Si se detiene se le hace agua el deseo de saborear la acostumbrada merienda de la tarde.
                              narciso_t_29@4hotmail.com
  

Entradas relacionadas