Especial.-
A casa llena, con la feligresía inspirada en una tradición cristiana, que nos acerca al amor misericordioso de nuestro Señor, parroquia Sagrario Catedral Nuestra Señora de la Corteza, celebró, este domingo, la fiesta de la Divina Misericordia.
Luego de concluir nueve días de la novena, el Pbro Alexander Uzcátegui hizo el llamado a la festividad, misa única, que se unió al fervor del grupo parroquial de la Divina Misericordia, quienes han instituido la festividad, impulsando lo establecido por la Congregación (hoy Dicasterio) para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, el 23 de mayo del año 2000, a petición del Papa san Juan Pablo II. Desde ese año, el domingo siguiente al Domingo de Resurrección (II Domingo del Tiempo Pascual) está destinado a celebrar a la Divina Misericordia, cerrando así la Octava de Pascua.
El evangelio proclamado fue el de Juan 20, 19-31 El Señor ha resucitado
Al respecto, el padre Uzcátegui destacó que quienes creen en la misericordia tienen la posibilidad cierta de pasar de la incredulidad a creer en un Dios vivo, tal como fue expuesto en el evangelio, que presenta la resurrección de Jesús, su encuentro con los discípulos, dando testimonio que su palabra se había cumplido, a pesar de la incredulidad de Tomás.
Abramos la puerta a la misericordia de Dios, no nos resistamos dijo; siendo este el objetivo de esta gran fiesta, hacer llegar a todos los corazones el mensaje de que Dios es Misericordioso y ama a todos.
En este día, los fieles asistentes a la Eucaristía, pudieron obtener indulgencia plenaria, también, recibieron las bendiciones de Jesús Sacramentado.
Culminó el celebrante, solicitando a la Divina misericordia derrama su amor sobre la asamblea, para que abran las puertas de cada familia, de su trabajo y de nuestra patria Venezuela.
Jesús que no quede ningún labio cerrado para ti hoy, que reine la confianza, expresó, e invitó a decir con esperanza Jesús en voz confío
/Prensa Catedral Mayami Alvarado
Pbro Alexander Uzcátegui: «Abramos la puerta a la misericordia de Dios»
