León XIV vuelve a pedir «paz justa y duradera para la martirizada Ucrania»

ROMA.- El papa León XIV pidió una iglesia unida que se convierta en fermento para un mundo reconciliado, una iglesia misionera que abra los brazos al mundo, frente a la discordia, la violencia, los prejuicios y el miedo a lo diferente, y ha exclamó que es la hora del amor.

El Pontífice también dijo: «Paz justa y duradera para la martirizada Ucrania», recordó aquellos supervivientes de la guerra de Gaza y lamentó las nuevas hostilidades en Birmania. Así pronunció el Papa, este domingo 18 de mayo, durante la homilía de la Misa de inicio de su pontificado, celebrada en la Plaza de San Pedro ante miles de fieles.

«Hermanos y hermanas, quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado. En nuestro tiempo, vemos aún demasiada discordia, demasiadas heridas causadas por el odio, la violencia, los prejuicios, el miedo a lo diferente, por un paradigma económico que explota los recursos de la tierra y margina a los más pobres. Y nosotros queremos ser, dentro de esta masa, una pequeña levadura de unidad, de comunión y de fraternidad», subrayó León XIV.

Asimismo, invitó a guiarse por el espíritu misionero sin encerrarse en el pequeño grupo y sin sentirse superiores al mundo, trabajando por una unidad que no anula las diferencias, sino que valora la historia personal de cada uno y la cultura social y religiosa de cada pueblo.

«Hermanos, hermanas, ¡esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio. Con mi predecesor León XIII, hoy podemos preguntarnos: si esta caridad prevaleciera en el mundo, ¿no parece que acabaría por extinguirse bien pronto toda lucha allí donde ella entrara en vigor en la sociedad civil?», ha planteado, citando la encíclica de su predecesor León XIII Rerum novarum.

Globovisión/Fuente: The Objetive

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