Miguel Enrique Villavicencio.- A juicio del doctor Rafael Narváez, exparlamentario y abogado defensor en materia de Derechos Humanos y Civiles en el país, los actos de corrupción sistemáticamente contra la población pueden configurar crímenes de Lesa Humanidad.
Al respecto, resalta que la trama de corrupción que el Estado venezolano ha destapado atenta contra los derechos humanos de los menos pudientes en este país.
Sostiene que esta trama de corrupción es un verdadero «crimen» contra un pueblo crucificado por los cuatro costados por un régimen que, en su agenda política, no tiene como una prioridad mejorar la calidad de vida y el bienestar social que hoy en día reclama el 80% de los venezolanos.
-La población sigue sometida a una hiperinflación descomunal que hace crisis en el estómago porque sus salarios se convirtieron en sal y agua. Es sumamente despreciable la conducta que mantiene el Gobierno, dado que continúa sin escuchar el reclamo justo de los docentes y demás trabajadores de la administración pública, que no es otro que se están muriendo de hambre, dijo.
«Lamentablemente, la respuesta del régimen de Nicolás Maduro sigue siendo la misma excusa de que no hay dinero» – comentó.
Expresa que así se procesen penalmente y se condenen a los verdaderos responsables de este defalco de millones de dólares, aún así el daño causado a los pacientes crónicos es inmenso al no poder cumplir con sus tratamientos médicos debido a que los hospitales están en condiciones deficientes, sumado a que los familiares deben llevar todo para que puedan ser atendidos.
Narváez reiteró que al Gobierno no le importan en lo absoluto los reclamos de los venezolanos por un salario justo y pensiones dignas para poder soportar esta crisis económica indetenible.
-Tampoco le conmueve atender el colapso de los servicios básicos que es otra de las grandes calamidades que les toca vivir a los venezolanos. Mientras el Gobierno tenga todo lo que le interesa o convenga, lo demás sencillamente no les importa. Todo el país está sumido en el caos por la falta de combustible, debido a que nuestras refinerías petroleras funcionan a veces a media máquina por culpa de la negligencia y corrupción. Ni hablar de la educación en el país, que está por el suelo en todos sus niveles – añadió.
Manifestó que tiene sus dudas en cuanto a que el sistema de justicia pudiera sentenciar a los verdaderos responsables de esta «charca putrefacta de corrupción» por su falta de autonomia e independencia, como lo establece la Constitución.
-Estos actos de corrupción reafirman que estamos en presencia de un Gobierno que decidió como política la violación sistemática de los derechos humanos – finalizó.
