Yaxmin González Jiménez
ACARIGUA.- La compra de café por la vía ilegal e irrespetando los acuerdos de precio por parte de las torrefactoras asentadas en Portuguesa, fue nuevamente rechazado por los productores por considerar que se está decretando la muerte de la caficultura en Venezuela.
Hingi Colmenárez, miembro de la Comisión de Alto Nivel del sector cafetalero, reiteró que torrefactoras como Damasco, Doña Alicia, La Protectora, Anzoátegui, entre otras, no han querido acatar los precios ni las condiciones establecidas en la Gaceta 42.721 suscrita recientemente en acuerdo entre el Gobierno, caficultores e industria. Denunció que están comprando café en los distintos municipios cafetaleros en 105, 110 y 115 dólares por quintal, queriendo abaratar costos a costillas de los productores, causando malestar en el sector.
Manifestó que bajo el amparo de estas torrefactoras está transitando café por el territorio nacional sin las respectivas guías de movilización o con documentación falsa y pasando alcabalas como perro por su casa. “Es necesario que esto se frene y para ello se vienen adelantando acuerdos con autoridades de la Sundde, Sunagro, Corporación Venezolana del Café y Guardia Nacional para la puesta en marcha de un plan especial para evitar esta acción indebida y esperamos que en los próximos días se acaten las normas y los precios de la Gaceta 42,721 y que todo se normalice”, dijo.
-Cómo es posible que las torrefactoras no estén comprando café y andan movilizando café a nivel nacional, recurriendo a los comerciantes informales, pedimos mano dura del gobierno regional y nacional para los que están cometiendo estos delitos, nos negamos rotundamente a estos precios de 100-115 dólares, Exigimos por derecho que el quintal del rubro se pague en 160, 170 y 180 tal como lo establece la Gaceta Oficial, estamos pidiendo justicia y que se nos respete, recalcó.
El dirigente cafetalero reclamó a las torrefactoras respeto para el sector y que “dejen el juego de decir que están cerradas, pero comprando el café en el comercio ilegal, jugando con los precios y matando la caficultura nacional, apostando a que el productor se vaya a quiebra”.

