GP de Austria: Leclerc se mete de nuevo en el Mundial de F1 derrotando a Red Bull en su casa

SPIELBERG, Austria.- La mejor manera de acabar con el ruido, la polémica y las críticas era con un doblete. Ferrari lo iba a hacer en el GP de Austria de F1 2022. Con todos los ojos puestos en sus estrategias y el posible ‘pique’ entre Leclerc y Sainz, en un día que se esperaban emociones fuertes, Ferrari se dirigía hacia la victoria sin controversia, de forma silenciosa, agachando la cabeza, simplemente siendo mejor que su rival, el Red Bull de Max Verstappen, y siéndolo con sus dos coches en todos los aspectos, con Leclerc primero y Sainz en segunda posición. Solo un desastre podía acabar con ese 1-2. Pero ocurrió. Ese doblete se esfumó con el humo que salió de la parte trasera del coche de Carlos Sainz.

 

Ganó Leclerc, pero un nuevo fallo de fiabilidad de los de rojo les privó de dar un doble golpe moral a Red Bull y de recortarle más puntos a un Max que salvó un día complicado con la segunda posición ante Hamilton (3º).

Un problema de motor aleja a Sainz del título

Un problema de motor a falta de 14 giros para el final le quitaba a Sainz de forma muy cruel una segunda plaza más que merecida tras completar una buena carrera sin errores tras su compañero monegasco. Pero sobre todo, lo ocurrido le aleja del Mundial. No es de extrañar que Sainz, tras el susto que se llevó para salir de su coche en llamas porque se movía hacia atrás al estar aparcado en subida, se sentara en el suelo con la mirada perdida, desesperado, desolado, consciente de que había perdido mucho más que la segunda posición.

Carlos llegaba a Austria tras su primer triunfo en la F1 a solo 11 puntos de Charles y a 54 puntos del liderato de Verstappen. Con su segunda plaza, ayudaba a que Charles le pudiera recortar más puntos a Max. Y él también se metía más de lleno en la pelea. Pero el fuego de su motor le aleja a 75 puntos de Max a falta de 11 carreras y a 37 de su compañero.

Charles, por su parte, se queda a 38 puntos del liderato. De alguna manera, el problema de fiabilidad le puso en bandeja a Mattia Binotto la posibilidad de poner a Charles en posición prioritaria ante Carlos en la lucha por el título, algo que se le había complicado tras Silverstone y la tensión que se podía palpar entre Charles y Carlos. Ahora, ante la duda, está claro que Ferrari apostará por el monegasco y Carlos deberá ayudar.

Susto final para Leclerc

El día pudo ser aún más terrible para Ferrari por los problemas que tuvo en el acelerador Leclerc en los últimos giros. Max olía sangre y apretaba los dientes. Pero Charles pudo aguantar la presión y conquistó un importante triunfo para seguir empujando ante un Verstappen que pudo minimizar daños siendo segundo. El monegasco ganó, aunque los fantasmas de las últimas carreras sobrevolaban sobre él. Cuando Carlos abandonó, Charles empezó a notar algo raro en el pedal.

«Ha sido al mismo tiempo y se me ha ocurrido que podía tener problemas. Pero sabía que no era un problema del motor porque era el pedal que se sentía raro, porque no volvía a su posición de cero”, apuntaba tras la carrera. Volvió a ver el abismo ante él pero esta vez, su coche aguantó. Acabó así con una racha de 5 carreras para olvidar por dos roturas de motor o fallos de estrategia. Esta vez, a Charles le salió cara. Pero lo que debe tener claro Ferrari es que los títulos no se ganan lanzando una moneda al aire. Deben mejorar la fiabilidad de su coche.

Verstappen, día complejo

“Lo necesitaba porque las últimas 5 carreras han sido muy difíciles para mí y para el equipo. Necesitamos empujar hasta el final», apuntaba Leclerc tras una carrera que ganó gracias a la mejor degradación de gomas de Ferrari. Ferrari sufre en circuitos que son más exigentes para sus gomas delanteras. Y el Red Bull Ring exige más a las gomas traseras, pidiendo buena tracción en su primera parte. Ahí, Ferrari había conquistado su doblete fácilmente.

Verstappen había defendido bien su primera plaza en la salida. Pero era pan para hoy y hambre para mañana. Su coche se comía las ruedas y Charles le acabaría adelantando con facilidad en la vuelta 12. Max entraba antes a boxes y ahí empezaba una carrera y Ferrari alargaba su primera parada. Esa fue la tónica de la carrera.

 Tras la parada de Leclerc, el monegasco volvía a pasarle con rueda nueva y Max, que continuaba sufriendo, realizaba su segunda parada en la vuelta 37, con media carrera aún por delante. Leclerc realizó su segunda parada 12 giros más tarde, en la vuelta 49, y en solo 4 vueltas ya había vuelto a pasar a Verstappen. Sainz se disponía a hacer lo mismo. Iba a ser segundo sin complicaciones persiguiendo a Leclerc a 5 segundos. Pero fue ahí cuando llegó el problema para Carlos. Un jarro de agua fría.

Hamilton pesca en río revuelto

Lewis Hamilton, que salía 8º, firmó una buena carrera al volante de su Mercedes y maximizó sus oportunidades, beneficiándose de los problemas que tuvieron los coches que había delante suyo. Russell echó a Pérez de la pista en la primera vuelta y el mexicano tenía que abandonar poco después. A George le metían 5 segundos de penalización y luego llegó el abandono de Sainz. Lewis fue ganando plazas, ganando batallas ante los Haas para finalizar tercero ante Russell (4º), Ocon (5º) y Mick Schumacher (6º).

Alonso, 10º e investigado

Fernando Alonso terminó 10º, remontando 9 posiciones en una carrera en la que exhibió un gran ritmo con su Alpine saliendo desde la 19ª posición tras cambiar motor por el fallo que tuvo el sábado, que le impidió tomar la salida en la carrera al sprint. El piloto ovetense alargó su primera parada, gestionando muy bien el neumático duro y volando sobre la pista. Le perjudicó Zhou, batallando por la séptima plaza. El chino hizo un trenecito con su mal ritmo y realizó una fuerte defensa sobre el que fue su ídolo de niño. Ahí, Alonso perdió muchos segundos y posiciones, ya que pasó a ocupar la 11ª plaza al verse frenado por el chino en una acción en la que se le colaron otros 3 coches en la curva 3, con 5 monoplazas pegados en una misma frenada. Brutal.

Fernando intentó aprovechar el coche de seguridad virtual que originó el abandono de Sainz para cambiar gomas, pero ni con esas. Un fallo de sus mecánicos al colocarle una rueda podía  arruinar su carrera. Tuvo que volver a parar al giro siguiente para que se la pusieran bien. Eso le alejó de la lucha por la sexta plaza y terminó milagrosamente en los puntos, siendo 10º, aunque a la espera de una investigación por haber salido a pista con la rueda mal apretada.

Alonso tenía coche para ser 5º. Incluso para algo más por los problemas que tuvieron los de delante. Pero la fiabilidad de su Alpine le privó de ese resultado el sábado.

mundodeportivo.com/

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