ESPECIAL.- La siembra de un total de 16.886 hectáreas de maíz, concretaron los pequeños y medianos productores financiados por la Asociación de Productores Agrícolas de Venezuela (Aproven) para este ciclo de invierno 2022.
De este total de hectáreas, 10 mil corresponden a maíz blanco y 6.886 a amarillo, de acuerdo a lo informado por el presidente de la asociación, Nicolás Romano, quien pese a las adversidades se muestra optimista por cuanto “los que sembramos temprano tenemos un excelente cultivo, sano, limpio y hermoso”.
-La agricultura es un arte de saber esperar y creo que hoy le hemos dicho a Venezuela que cuando uno tiene esa vocación de servicio, de querer hacer las cosas bien y en el tiempo que corresponde, todo sale bien, resaltó Romano.
En la agricultura -reiteró- no se puede improvisar, hay que hacer las cosas bien y en su momento, cada ciclo es diferente. Este es un año atípico porque las lluvias entraron antes de lo normal y teníamos que tener las tierras preparadas con anticipación, para hacer las labores a tiempo.
Enfatizó que 2022 será un año productivo excelente para Aproven, estimándose un rendimiento no menor a 6 mil kilos por hectárea.
“Vamos a tener un año de buena cosecha, de buenos rendimientos, porque hasta ahora el desarrollo y crecimiento del cultivo así lo indican. Tenemos un cultivo sano, bien desarrollado. No ha tenido estrés alguno”, aseveró.
Incertidumbre
Aunque hay excelentes perspectivas en el rendimiento por ser un año bueno para maíz, Romano dijo que existe preocupación entre los productores debido a que, a escasos 60 días de iniciar la cosecha, la industria nacional no ha anunciado el precio del maíz, que esperan esté acorde a los costos de producción que han subido de manera bárbara
El presidente de Aproven aseguró que lo único que mantuvo su precio fue la semilla importada como la Dekalb y la Piooner, excelente material genético, comprobado por nuestros productores; no así los agroquímicos, fertilizantes, maquinaria, gasoil, repuestos, fletes, mano de obra, labores en el cultivo, que se duplicaron. “El precio debe estar ajustado a los incrementos y debería ser el doble que el del año pasado. La industria debe ponerse del lado nuestro y darle un precio justo”, expresó.
Romano enfatizó que en el mundo, el precio de las materias primas, llámese maíz, arroz, café, azúcar y carne, entre otros, representan el 40% del precio final del producto, por lo que si un kilo de harina precocida en el mercado nacional cuesta 1.10 dólares el kilo, el maíz debería costar 0.44 centavos de dólar. “Ese sería un precio justo mínimo para los productores que hacemos vida en Venezuela”, resaltó.
