Taiwán acusa a China de «plan de invasión» e inicia simulacros con fuego real

TAIPÉI.- El ministro de Relaciones Exteriores de Taiwán, Joseph Wu, aseguró este martes que China utiliza los ejercicios militares, que lanzó en protesta contra la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, como “parte de un plan para la invasión”. Taipéi inició en las últimas horas simulacros de defensa con fuego real.

El Gobierno taiwanés asegura que China se prepara para invadir, mientras Beijing continúa con sus simulacros militares alrededor de la isla.

En una rueda de prensa este 9 de agosto, el canciller de Taiwán, Joseph Wu, sostuvo que el gigante asiático ha prolongado los ensayos con fuego real, como antesala para tomar el control del territorio que funciona de forma independiente.

“China ha utilizado los ejercicios de su manual militar para prepararse para la invasión de Taiwán (…) Está realizando ejercicios militares a gran escala y lanzamientos de misiles, así como ataques cibernéticos, desinformación y coerción económica en un intento por debilitar la moral pública en Taiwán”, aseveró Wu.

Tales movimientos amenazan la seguridad regional y brindan «una imagen clara de las ambiciones geoestratégicas de China más allá de Taiwán», dijo en referencia a la ambición de controlar grandes franjas del Pacífico occidental.

Esa aspiración incluiría controlar los mares de China Oriental y Meridional a través del Estrecho de Formosa, que separa en una frontera no oficializada a China de Taiwán, e imponer un bloqueo para evitar que Estados Unidos y sus aliados ayuden a la isla en caso de un ataque, afirmó desde Taipéi.

Ante este panorama, el ministro de Exteriores instó a un mayor apoyo internacional para evitar que Beijing controle el estrecho.

«Después de que concluyan los simulacros, China puede tratar de hacer rutinaria su acción en un intento por destruir el statu quo a largo plazo en el Estrecho de Taiwán», enfatizó.

Un funcionario del Pentágono indicó que Washington mantiene su evaluación de que China no intentaría invadir Taiwán, al menos durante los próximos dos años.

Beijing desestima los señalamientos de Taipéi

A las acusaciones, la Oficina china de Asuntos de Taiwán respondió que el canciller taiwanés es un partidario «intransigente» de la independencia de la isla, que Beijing reclama como propia, y que sus comentarios «distorsionan la verdad y oscurecen los hechos».

Estas declaraciones se produjeron luego de que el lunes, el Ejército chino anunció que extiende los ejercicios castrenses en torno al espacio aéreo y marítimo de la isla, que se suponía concluirían el domingo 7 de agosto.

Esas operaciones fueron lanzadas en protesta por la visita oficial a Taipéi, el pasado 2 de agosto, de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi. Un viaje de menos de 24 horas, pero que fue visto en Beijing como cruzar una “línea roja”, pues China considera cualquier presencia de un alto funcionario extranjero en ese territorio como una forma de respaldar su separación oficial.

Desde 1949, el territorio taiwanés funciona de manera autónoma con su propio Gobierno y Ejército. Sin embargo, su estatus es indefinido. No existe un acuerdo internacional sobre el mismo.

Wu señaló que las actividades de las Fuerzas Armadas chinas habrían tomado bastante tiempo de preparación, por lo que sugirió que no solo sería una respuesta directa a la visita de Pelosi.

Taiwán inicia simulacros militares de defensa

En medio de la tensión, el Ejército de Taiwán informó que este martes lanzó simulacros de artillería con fuego real, disparando artillería de obuses hacia el mar, en el municipio de Fangshan, en Pingtung, sur de la isla.

La Agencia Central de Noticias oficial taiwanesa reportó que sus militares también realizarán los ejercicios el jueves 11 de agosto, en respuesta a las operaciones chinas.

Estados Unidos no tiene vínculos diplomáticos formales con la isla, a diferencia de los que mantiene con Beijing, pero el presidente de EE. UU., Joe Biden, ha dicho repetidamente que su país está obligado a defender la democracia taiwanesa, por lo que está dispuesto a enviar fuerzas allí, en caso de que China decida atacar a Taiwán.

Sin embargo, miembros de su gabinete se han apresurado a retractar y matizar esos comentarios. Esta situación deja abierta la cuestión de si Washington intervendría militarmente o no.

Reuters/ AP/ EFE/

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