HA CAÍDO EL PUENTE DE LONDRES

La reciente muerte física de la Reina Isabel II de Inglaterra, ha generado un acontecimiento mundial que quizás muchos esperaban, pero que al haberse realizado, para muchos hubo incertidumbre de aceptarlo.

Sin duda alguna, y en virtud de la falta de certeza de las redes en acontecimientos similares, muchos estuvimos previamente verificando la información hasta que en definitiva si era cierto. A todas luces, la personalidad y presencia de la Reina, ha sido y será un hito histórico trascendental.

Para Venezuela, ha representado una costosa calamidad, el desarrollo de la visión colonialista del Imperio inglés.

Históricamente hablando, para 1810, es anotado que Simon Bolivar viajó a Londres a pedir apoyo para la recién creada Junta de Gobierno del 19 de Abril; empero, a pesar de tener la representatividad de la naciente República de Venezuela, No fue recibido por el Rey Jorge III, sino por su Ministro de Estado Marqués Wellesley, con quien se entrevistó para los fines referidos, pero que no lo atendió en el Palacio, sino en su casa; debido a que España era aliado del Rey Carlos IV. Bolivar a pesar de todo logró cierta aprobación de la corona inglesa, pero no de manera expresa o diplomáticamente reconocida.

Se hacía ver ese espíritu de complejo de supremacía de los monarcas europeos occidentales, en relación hacia nuestras tierras teñidas como las “indias”.

Para esta fecha, Andres Bello resaltó al igual que Miranda, la poca importancia con la que se había tratado la propuesta del padre de la Patria, sin embargo, el sí consideró que había sido un gran avance haber logrado el favor silenciado de apostar a nuestra independencia del yugo español. Ese quizás haya sido el momento histórico de primer contacto político de Venezuela con el Imperio Inglés. Recordemos que Humboldt y Bomblant, ya habían transitado por nuestra geografía pero en una suerte de visión científica, aunque uno nunca sabe si también fueron espías disfrazados.

Otro momento, en donde permaneció y se mantiene el carácter colonialista inglés contra nuestra Patria, ha sido en nuestra disputa limítrofe con la República de Guyana: donde a través de lo acontecido con el Laudo Arbitral de Paris de 1899, se pondría nuevamente en evidencia cómo se inclina la balanza a favor de los fuertes ejes imperiales, llegándose al punto de que ni siquiera se permitiera que nuestro país tuviera una representación propia y autóctona de venezolanos, ya que ese imperio inglés no discutiría una diferencia limítrofe con “indios”; por lo que fueron los norteamericanos los que en nuestro nombre se sentaron con sus progenitores ingleses para perpetrar la trama del robo de nuestro territorio del Esequibo.

Luego, lo demás ha sido pura parafernalia y diplomacia, pero el conflicto lleva aún la línea de Schomburgk, es decir, la que favorece al Reino Unido.

Citando los encuentros históricos con la corona inglesa, para el año de 1962, llegaba al país el Príncipe Felipe de Edimburgo quien fue recibido por el entonces Presidente Rómulo Betancourt, quizás para bajar las tensiones internacionales de la ONU que generaron el Acuerdo de Ginebra sobre la referida línea limítrofe del Esequibo. Cuatro años después, esa corona inglesa bajo la sempiterna égida de la Reina Isabel II, otorgaba la independencia a la Guyana Esequiba, dando la espalda a eventuales acuerdos a los que se había planteado. Allí la palabra del compromiso, tampoco se cumplió.

Para el año de 1976, durante el primer gobierno del Presidente Carlos Andrés Perez viaja a Londres, siendo la primera vez que un mandatario venezolano pisara el Palacio de Buckingham y fuera recibido por la Reina Isabel. Dicha visita estuvo enmarcada por los intereses ingleses de obtener mejores precios internacionales de nuestro petróleo y sobre esos aspectos se centró esa visita.

El último de los contactos oficiales de nuestro país con la Corona Inglesa lo protagonizó el Presidente Hugo Chávez en el año de 2001; visita ésta reseñada a la saciedad por nuestras redes sociales en estos días, y donde para variar, el protocolo inglés hizo gala de su opulencia y desprecio por los arraigados de las “indias”.

No es un secreto tampoco, los inmensos vínculos del poder político mundial de la Reina Isabel II, que a pesar de que supuestamente no tenía incidencia sobre las decisiones políticas, hay que ser bastante crédulo para dar esto por sentado; ya que ella aprendió el arte del poder y de mando, no solo el de su familia sino el de todas las extensiones de su imperio, que ha inspirado hasta la famosa saga de la “Guerra de las Galaxias”.

No hay que negar que su influencia y arrojo en la política y economía mundial han sido preponderantes, incluso quizás fue la única que a través del brexit dio respuesta a la Merkel de Alemania en cuanto a esa hegemonía del Euro, trayendo como consecuencia el descalabro de países menos pudientes como Grecia, España, Portugal y la misma Italia.

Para nuestro país ha significado toda una ambivalencia en cuanto a que la corona aliados con Trump, le dan reconocimiento político al farsante de Guaidó y su combo (ya por todos conocidos), con la única intención de apoderarse de nuestras reservas de oro depositadas en la arcas del Tesoro internacional inglés y que aún recientemente sigue esa marcada intención de apropiación indebida. Toda una trama jurídica aborrecible, de donde quizás lo que ha acontecido supera cualquier legalidad a ojos cerrados.

El Presidente Maduro ha sido altamente diplomático al haber hecho llegar su twiter de condolencias a la familia de la Reina. Hasta ahí habría estado bien, pero haberlo extendido al pueblo inglés (que a pesar de estar dogmatizado hacia la corona) es sabido de su situación precaria de quienes conforman un cordón de pobreza que ninguna red social reporta por temores al establishment del poder político, darán al traste con evidente realidad social de esa país. Quizás renazcan las cenizas de algunos Williams Wallace que planteen la lucha del grito “freedom” de los nuevos yugos ingleses contra sus colonias, tal como palpitan en la Península ibérica durante años contra los oprobiosos reyes españoles.

El Mundo se centra en el espectáculo de esta jornada mortuoria, como la muerte de Héctor y la caída de Troya.

Esperemos si el albor del pensamiento humanista se impone ante tanta frivolidad social.

Rafael García González

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