F1: Verstappen gana el GP de EEUU por delante de Hamilton y Leclerc

AUSTIN.- Max Verstappen se impuso en el GP de Estados Unidos de F1 2022 tras enmendar un error de Red Bull en una parada desastrosa. El neerlandés tuvo que remontar al final con su ‘avión’ de las bebidas energéticas tras verse relegado a la tercera posición. Pasó por encima de Leclerc (3º) y un Hamilton (2º) que no pudo hacer nada para contener al ciclón Max. El neerlandés sumó su 13ª victoria del curso, igualando el récord de 13 triunfos en un año de Michael Schumacher (2004) y Sebastian Vettel (2013) y, junto a la 4ª posición de Pérez, confirmó la consecución del título Mundial de Constructores para Red Bull. Día redondo para honrar la memoria de Dietrich Mateschitz, el propietario del equipo, fallecido ayer a los 78 años. La pareja que conforman Max y su coche están en otra liga y quedó clarísimo en Austin. Por muchas piedras que le pongan en el camino, el neerlandés gana de todas formas. Normal, vuela mientras el resto intenta correr. Y así, el neerlandés puede seguir ganando hasta que se canse.

Accidente inicial de Sainz y posterior de Alonso

En Estados Unidos querían show. Y lo tuvieron. Las gradas estuvieron llenas en Texas, con un público entregado para un deporte que ha conquistado el país. Estaban Bradd Pitt, Ed Sheeran y múltiples personalidades, hubo presentación de los pilotos a lo ‘All Star’ de la NBA, cherleaders y cowboys en pista, y no podía faltar la interpretación del himno americano mientras el público esperaba, perrito caliente o Tex-Mex en mano, a que arrancara la carrera. El show fuera de la pista fue completo. Faltaba que la carrera estuviera a la altura. Hubo algo que gusta mucho a los americanos: accidentes y toques, y ambos perjudicaron a los españoles. A Sainz se lo llevó puesto Russell en la primera curva y tuvo que abandonar saliendo desde la pole. Y Alonso, en plena remontada, cuando era 8º y se iba a poner 7º, se chocó con Stroll por un movimiento tardío en plena recta del canadiense. El coche del ovetense incluso se levantó unos metros, pero pudo continuar.

rror de Red Bull con Max

Tan solo faltaba una batalla emocionante por el triunfo. El pasado año, Austin vibró con un bonito duelo Verstappen-Hamilton. El destino quiso que ambos se encontraran desde el inicio en la primera y segunda posición por el abandono de Carlos, pero la carrera parecía controlada por el neerlandés. Ni los dos ‘Safety Car’ que salieron en pista parecían preocupar al ya bicampeón del mundo. Sin embargo, se produjo un giro de guión que le aportó el picante final que quería el público. 

Como una película del oeste, el ‘Sheriff’ Max se vio envuelto en problemas cuando parecía tenerlo todo bajo control. Perdió 5 balas de su revólver en su última parada. Red Bull, el mejor equipo en los pit stop, se equivocó esta vez por un problema en la pistola de la rueda delantera izquierda. La parada se alargó 11 segundos. Un desastre. Eso relegaba a Verstappen a la quinta plaza, la 3ª real, dejando a Hamilton en posición de líder cuando Pérez y Vettel parasen. Max salía a 7 segundos de Lewis, por detrás de Charles Leclerc, quien había podido remontar hasta la segunda plaza tras verse beneficiado por una parada gratis por un ‘Safety Car’ previo.

“Bonito, muy bonito”, decía irónicamente Max, furioso por radio en un comentario injusto para un Red Bull que le entregó el título en bandeja con el mejor coche y perfectas carreras en el resto de curso. Se lo recordaba su ingeniero: “Estamos juntos en esto. Agacha la cabeza y sigue”. Verstappen tenía aún una bala en la recámara. Estaba herido y fue a por todas con el cuchillo entre los dientes. Primero, tuvo que emplearse a fondo, enfurecido, para pasar a Leclerc tras una bonita lucha que le dio algo de alas a Hamilton. Y posteriormente, fue a por Lewis. A falta de 9 vueltas, con neumático medio solo un giro más joven que la goma dura de Lewis, Maz estaba a 2 segundos. Iba a intentarlo. La cosa estaba muy apretada y se iba a decidir como los mejores Wésterns, con el actual dominador de la F1 y el anterior ‘Sheriff’ del condado.

Max, ataque a Hamilton

A falta de 6 giros, Max ya estaba a 1”6. Tenía las de ganar, especialmente porque tenía muchísima más velocidad en recta. Cuando pudiera abrir el DRS, su coche sería un avión. Un cohete. A falta de 6 giros, en la vuelta 50, Verstappen tuvo su primera oportunidad. En plena recta, le cogió el rebufo al inglés y se tiró desde su casa para pasar a un Lewis que se movió en la frenada. El británico le dejó demasiado espacio por el interior, le abrió la puerta y le invitó a pasar. Max conquistó así el triunfo, cumpliendo con todas las expectativas, aunque con más sufrimiento del esperado.

De esta manera, Verstappen igualó el récord de 13 triunfos en un mismo año de Schumacher y Vettel y sigue con el récord de mayor porcentaje de triunfos por número de carreras en un año a tiro. Para lograrlo, debe ganar las tres que quedan. Con el avión que conduce, es posible. Próxima cita, México, donde su compañero Checo, que fue 4º, sueña con triunfar en casa. 

Irracional remontada de Alonso

Alonso parecía haber perdido todas sus opciones de puntuar en la vuelta 22. Estaba realizando una muy buena carrera. Salía 14º y en la vuelta 2 ya era 11º. Arriesgó más arrancando con la goma dura y estaba imprimiendo un buen ritmo. La suerte parecía irle incluso de cara al poder aprovechar un ‘Safety Car’ en la vuelta 18 para parar gratis. Tras él, con goma media más joven, en la relanzada fue a por todas. Superó a Gasly y ya era 8º. La siguiente estación era el que será su compañero en 2023, Lance Stroll. El ovetense le cogió a su aspiración, y cuando se salió de ella y ya tenía su morro a la altura de la rueda trasera de Lance, el canadiense se movió demasiado tarde y causó un fuerte accidente. 

El coche del asturiano se levantó de la parte delantera y recorrió unos metros así hasta tocar de forma lateral el muro. Lo más sorprendente fue ver que pese al vuelo y el golpe, el asturiano podía continuar. Paraba a boxes a cambiar su morro y la carrera parecía perdida para él. Su coche estaba tocado y llevaba un retrovisor que no cesaba de moverse y que terminaría cayéndose. Lo haría en uno de los posteriores adelantamientos de Alonso, que enfurecido por lo ocurrido, realizó un recital incomprensible para la razón. Tras su accidente, Alonso era 16º. A partir de ahí, empezaría una remontada espectacular que le llevaría a ocupar la 6ª plaza a falta de pocos giros. Finalmente, Norris pudo alcanzarle, con neumáticos 12 giros más nuevos, pudo alcanzarle por su menor degradación y quitarle la sexta posición. Pero por aquel entonces, daba igual. Alonso había dado una clase magistral. Fue 7º, pero fue sin el piloto del día, sin duda. 

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