Conferencia de Panamá respalda plan «histórico» para proteger a unas 50 especies de tiburones

CIUDAD DE PANAMÁ.- La Conferencia sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), celebrada en Ciudad de Panamá, adoptó el viernes 25 de septiembre lo que el país anfitrión calificó de decisión «histórica» para proteger unas 50 especies de tiburones amenazadas por el floreciente comercio de aletas de tiburón en Asia.

La 19ª Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), reunida del 14 al 25 de noviembre en Panamá, decidió en su último día ampliar la protección de los tiburones. 

Como resultado del plan aprobado por los delegados de 183 Estados y la Unión Europea, 54 especies de tiburones y tiburones martillo están ahora incluidas en el Apéndice II de la Convención, lo que limita estrictamente su comercio.

«Estamos en medio de una gran crisis de extinción de tiburones», dijo Luke Warwick, de la Wildlife Conservation Society, «el segundo grupo de vertebrados más amenazado del planeta». La ONG acogió con satisfacción la decisión, que también incluye a las rayas guitarra y a las de agua dulce. 

«Este será recordado como el día en que cambiamos el rumbo para evitar la extinción de los tiburones y las rayas del mundo», dijo la ONG. «Esta lista histórica de 100 especies fuertemente comercializadas conducirá a la adopción de medidas nacionales de conservación urgentemente necesarias para estas especies. 

El siguiente paso crucial es poner en práctica estas inclusiones y garantizar que se traduzcan en medidas más estrictas de gestión comercial y pesquera lo antes posible», afirma la Wildlife Conservation Society.

Una primera acción reguladora

La moción se aprobó con 88 votos a favor, 29 en contra y 17 abstenciones en una votación secreta tras más de dos horas de acalorado debate. Estos tiburones fueron incluidos por consenso en el Apéndice II de la CITES, que limita estrictamente el comercio de ciertas especies, a pesar de las reservas de Japón sobre la protección otorgada a la tintorera o tiburón azul, asegurando que no es una especie en peligro.

Durante el debate, Japón había presionado para incluir sólo 19 de las especies más amenazadas y Perú pretendía excluir a la tintorera. Ambas propuestas fueron rechazadas.

El delegado japonés expresó la «profunda preocupación» de su país por las consecuencias de esta decisión, que consideró «perjudicial desde el punto de vista social y económico» para los pescadores de su país.

El plan, que abarca 19 especies que ya están en peligro o en peligro crítico, marca una primera acción reguladora para el comercio mundial de tiburones Requiem, pescados principalmente por sus aletas utilizadas en la sopa de aleta de tiburón, un manjar en los mercados asiáticos.

La plenaria matutina de la CITES también ratificó la adopción de las propuestas 34 y 35 de incluir en el Apéndice II a las ranas cristal y las ranas lémur, respectivamente.

La medida la más discutida de la cumbre

La protección de estos tiburones, solicitada por la UE y una quincena de países, entre ellos Panamá, fue la decisión más discutida de la cumbre que se abrió el 14 de noviembre. Se convirtió en una medida emblemática de la conferencia y varias delegaciones tenían peluches de tiburones en sus escritorios.

Shirley Binder, delegada de Panamá, argumentó que los tiburones que ahora estarán protegidos por la CITES representan «aproximadamente el 90% del mercado» de aletas de tiburón.

Este mercado, centrado en Hong Kong, supera los 500 millones de dólares al año. Las aletas pueden venderse a 1.000 dólares el kilo en Asia oriental para hacer sopas muy apreciadas en la cocina tradicional china. 

100 millones de tiburones muertos al año

«Los tiburones y las rayas son ahora el grupo de especies más amenazado, más que los elefantes y los grandes felinos», según el director para América Latina y el Caribe de la ONG IFAW (International Fund for Animal Welfare), Joaquín de la Torre.

«La demanda internacional de sus aletas y carne […] ha provocado un importante descenso de sus poblaciones en todo el mundo: se calcula que más de 100 millones de tiburones mueren cada año en las pesquerías, el doble de lo que se tarda en preservar la especie, declaró a la agencia de prensa AFP.

La única voz discrepante entre las organizaciones ecologistas, la ONG francesa Fondation Brigitte Bardot, denunció en un comunicado «una gran masa (que) ha demostrado una vez más que la CITES no está destinada a proteger a los animales salvajes, sino a orquestar su comercio internacional para intentar reparar, con unas cuantas tiritas, el desastre ecológico que provoca».

AFP/ Reuters/ EFE/

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